jueves, 30 de noviembre de 2017

EN RESUMEN DEL LIBRO (A MODO DE DESPEDIDA)


Un monje zen se disponía a hablar en la plaza mayor de un pueblo. Había redactado cuidadosamente su discurso, y se disponía a leerlo cuando una ráfaga de viento se llevó volando los papeles hasta las ramas de un limonero. Cogido desprevenido, incapaz de recuperar el hilo de su arenga, dijo:

-Amigos míos, he aquí, en resumen, lo que quería exponeros: cuando tengo hambre, como, y cuando estoy fatigado, duermo.

-Pero ¿acaso no todo el mundo hace lo mismo, maestro? -pregunta alguien de la multitud.

-¡No! ¡No de la misma manera!

-¿Por qué, maestro?

-Cuando la gente come, piensa en mil cosas, cuando se duerme, piensa en sus problemas. ¡Por eso no hace como yo!

Entonces el monje descendió y se mezcló con ellos, recogió las limosnas y a los que le preguntaban les respondía:

«En cuanto a los detalles, los encontraréis en las ramas del limonero ... »


Extraído de:
La Grulla Cenicienta
Los más bellos cuentos zen
Henry Brunel
Fotografía del internet

LIBRE POR UN SEGUNDO


miércoles, 29 de noviembre de 2017

INVITANDO A LA CAMPANA A SONAR


En el pasado, cuando no había teléfonos, las personas que vivían lejos unas de otras no podían hablar entre ellas. El invento del teléfono fue como un milagro. Ahora no te parece maravilloso porque te has acostumbrado a él, pero es un invento realmente increíble. Cada vez que lo usamos y oímos la voz de un ser amado que está lejos, nos sentimos muy felices. La campana es una especie de teléfono porque oír su tañido es como escuchar la voz de un ser querido por el teléfono.

El sonido de la campana podría describirse como la voz del Buda llamándonos de vuelta a casa, recordándonos que debemos estar más en paz con nosotros mismos y con el mundo. Prestamos una afectuosa atención a esta voz. Escuchar el sonido de la campana es algo maravilloso y puede darnos mucha paz y alegría. Nos hace volver a maestro verdadero hogar.

Cuando nos alejamos durante mucho tiempo de nuestro verdadero hogar, ansiamos volver a él. En nuestro verdadero hogar nos sentimos en paz, sabemos que no hemos de ir corriendo a ninguna parte y que no tenemos problemas. Podemos relajarnos y ser nosotros mismos. Tú ya eres lo que quieres ser. Tu forma de ser ya es maravillosa. No necesitas ser ninguna otra cosa ni persona.

Fíjate en un manzano. Para el manzano es algo maravilloso ser un manzano. No necesita convertirse en ninguna otra cosa. ¡Qué maravilloso es que yo sea yo mismo, que tú seas tú mismo! No hay por qué intentar ser alguna otra cosa o persona. Sólo tenemos que permitimos ser lo que ya somos y disfrutar siendo tal como somos. Esta sensación, este descubrimiento, es nuestro verdadero hogar. Cada uno de nosotros tiene un verdadero hogar en su interior.

Nuestro verdadero hogar siempre nos está llamando, día y noche, con una voz muy clara. No cesa de enviarnos oleadas de amor y de interés, pero no las captamos porque estamos muy ocupados, al oír la campana, recordamos que nos está ayudando a regresar a nuestro verdadero hogar y dejamos por unos momentos lo que estamos haciendo, estemos hablando, pensando, jugando, cantando, charlando con amigos o ¡incluso meditando!, lo dejamos todo para volver a nuestro verdadero hogar.

Cuando escuches el sonido de la campana, al Buda de la campana, deja de hablar, de pensar o de hacer lo que estés haciendo, porque en aquel momento estás escucharlo la voz de alguien a quien amas y respetas mucho. Guarda silencio y escucha con todo tu corazón. Si la campana suena tres veces, escúchala y respira profundamente durante este tiempo con concentración. Al inspirar, te sientes bien; al espirar, te sientes feliz. Es muy importante que te sientas feliz, de lo contrario, de qué serviría respirar y practicar si no te ayudara a sentirte bien, a ser más feliz el deseo más profundo que todos tenemos es el de ser felices y hacer felices a las personas y seres que nos rodean.

A lo mejor te gustaría invitar a la campana a sonar. Si es así, hazlo de la siguiente forma: En primer lugar sostén la campana en alto, deja el cojín de la campana en el suelo y usa la palma de la mano a modo de cojín. Tu mano sosteniendo la campana se ve muy hermosa, es como un crisantemo o una flor de loto con los cinco pétalos abiertos. La mano es el loto, y la campana, la valiosa joya que hay en él. Entonces la miramos y decirnos: “¡Oh, la joya que está en el loto!”, o en sánscrito, om mani padme hum.

EN BUSCA DE LA VERDAD


martes, 28 de noviembre de 2017

LOS ORDENADORES Y EL HOMBRE


Los ordenadores son increíblemente rápidos, precisos y estúpidos. Los humanos somos increíblemente lentos, imprecisos y brillantes. Juntos tenemos un poder más allá de la imaginación.
(Albert Einstein)


Hoy en día podemos estar conectados con cualquier persona en cualquier lugar del mundo con un solo clic.

Portátiles, móviles, tablets... Estamos todo el día online. Esto es fantástico para trabajar —muchos emprendedores y autómos lo tienen más fácil que nunca para crear su propia oficina portátil—, pero cuando toca desconectar, es una misión casi imposible.

Aprender a apagar los dispositivos con internet es imprescindible para que el cuerpo y la mente descansen unas horas al día y los fines de semana.

En buena parte, estamos enganchados a las tecnologías y somos incapaces de dar al off porque los demás se han acostumbrado a tenernos disponibles las veinticuatro horas al día, a tal punto que parece inconcebible desconectar.

La mayoría de nosotros llegamos a casa, nos preparamos una cena, queremos sentarnos con los nuestros a charlar del día, a ver una película quizá, y entonces el móvil empieza a sonar: notificaciones, avisos de correos, mensajes en redes sociales, llamadas...

Algunos consejos para lograr la necesaria desconexión:

1. Establece un horario estricto de apagado del móvil, la tablet y demás dispositivos.

2. Acostumbra a tus contactos a responder en horario laboral y deja para el día siguiente cualquier respuesta.

CUANDO DIOS GOLPEA A TU PUERTA


lunes, 27 de noviembre de 2017

EL PODER DEL PENSAMIENTO COMPLEJO


Pensamiento simplista VS pensamiento complejo.

Las personas que hacen uso de un pensamiento complejo son investigadores de la vida. Aproximarse a la verdad desde diversas perspectivas e integrarlas en un todo dinámico es la meta de una mente flexible. Existe una actitud saludable en aquellos que emplean el pensamiento complejo, que es rastrear en el conocimiento disponible; un ir y venir, en momentos diferentes, de la misma información con el objeto de sacarle el mayor provecho posible. Una mente compleja no se conforma con lo aparente. 

El pensamiento complejo te permite: 

  • Totalizar la información y ampliar tu perspectiva.
  • Profundizar en las temáticas y enriquecer tu mente para tomar las mejores decisiones. 
  • Ser más lúcido y aproximarte a la sabiduría a través de la virtud de la sencillez. 
  • Cultivar la autobservación no sólo para conocerte a ti mismo sino para involucrarte en tu entorno.
  • Acercarte a otros puntos de vista para descubrir qué tienes en común con ellos y en qué te diferencias.
  • No perder tu capacidad de asombro ante lo desconocido.
  • Afrontar la controversia y no subestimar el valor de otros argumentos simplemente porque no son los tuyos.
  • Ser más creativo y desarrollar tu inventiva.

EL PODER DE LA COMPRENSIÓN


domingo, 26 de noviembre de 2017

SINTIENDO AL BUDA QUE HAY DENTRO DE TI


En los textos budistas llamados “sutras” el mensaje más importante que hay es que todo el mundo tiene la capacidad de ser un Buda: la capacidad de amar, comprender e iluminarse. Es el mensaje más importante que contienen.

La práctica que me gustaría enseñarte se llama “Recodar al Buda” y se enseña en todas las escuelas de la tradición budista. En esta práctica sientes al Buda que hay dentro ti y todas sus cualidades, y sabes que es totalmente real, no es una idea ni un concepto, sino una realidad. Nuestra labor, nuestra vida, nuestra práctica consiste en alimentar Buda que hay en nosotros y en las personas que amamos.

Tal vez desees dedicar tres o cuatro minutos para la esta práctica solo o con algunos amigos. Si es así, siéntate silencio, inspira y espira durante algunos momentos para calmarte, y luego pregunta: “Pequeño Buda, ¿estás aquí?”. Haz la pregunta con una gran atención y silencio: “Pequeño Buda ¿estás aquí?”. Al principio puede que no oigas su respuesta siempre te contestará, pero si no estás lo suficientemente tranquilo, no la oirás. “¿Hay alguien? Pequeño Buda, ¿estás aquí?”. Y entonces oirás la voz de tu pequeño Buda respondiéndote: “Sí, querido, claro que sí. Yo siempre estoy aquí para ti”.

Al oírlo, sonríes y dices en tu fuero interno: “Sé, pequeño Buda, que tú eres mi serenidad. Sé que siempre estás aquí y necesito que me ayudes a estar sereno. A menudo no estoy tan tranquilo como me gustaría. Chillo, me comporto como si el Buda no estuviera en mí. Pero sé que estás aquí, sé que soy capaz de estar sereno. Gracias, pequeño Buda, necesito que estés dentro de mí”. Y él te responde: “Claro que estaré en ti siempre. Ven a visitarme cuando puedas”. Ésta es la práctica de sentir al Buda que hay dentro ti. Es una práctica muy importante para todos nosotros.

A mí me encantaría sentarme cerca de los niños porque tienen un gran frescor. Cada vez que practico la meditación andando cogido de la mano de un niño, su frescor me conforta. Puede que yo le ofrezca a cambio mi estabilidad, pero su frescor me beneficia mucho. Si pierdes la paz de  la alegría, recuerda que en el pasado tú también tenías en unas ocasiones ese frescor. Y si intentas sentir al Buda que hay dentro de ti, tu frescor seguirá aumentando. Puedes decir al Buda que hay dentro de ti: “Querido pequeño Buda, tú eres mi frescor. Gracias por estar aquí”. “Querido pequeño Buda, tú eres mi ternura”, ya que a todos nos hace falta ternura.

TÚ ERES LIBRE; YO TAMBIÉN


sábado, 25 de noviembre de 2017

LA LLAVE DE LA FELICIDAD


El Divino se sentía solo y quería hallarse acompañado. Entonces decidió crear unos seres que pudieran hacerle compañía. Pero cierto día, estos seres encontraron la llave de la felicidad, siguieron el camino hacia el Divino y se reabsorbieron a Él.

Dios se quedó triste, nuevamente solo. Reflexionó. Pensó que había llegado el momento de crear al ser humano, pero temió que éste pudiera descubrir la llave de la felicidad, encontrar el camino hacia Él y volver a quedarse solo. Siguió reflexionando y se preguntó dónde podría ocultar la llave de la felicidad para que el hombre no diese con ella. Tenía, desde luego, que esconderla en un lugar recóndito donde el hombre no pudiese hallarla. Primero pensó en ocultarla en el fondo del mar; luego, en una caverna de los Himalayas; después, en un remotísimo confín del espacio sideral. Pero no se sintió satisfecho con estos lugares. Pasó toda la noche en vela, preguntándose cual sería el lugar seguro para ocultar la llave de la felicidad. Pensó que el hombre terminaría descendiendo a lo más abismal de los océanos y que allí la llave no estaría segura. Tampoco lo estaría en una gruta de los Himalayas, porque antes o después hallaría esas tierras. Ni siquiera estaría bien oculta en los vastos espacios siderales, porque un día el hombre exploraría todo el universo. “¿Dónde ocultarla?”, continuaba preguntándose al amanecer. Y cuando el sol comenzaba a disipar la bruma matutina, al Divino se le ocurrió de súbito el único lugar en el que el hombre no buscaría la llave de la felicidad: dentro del hombre mismo. Creó al ser humano y en su interior colocó la llave de la felicidad.

REALMENTE NO LO NECESITABA PARA SER FELIZ


jueves, 23 de noviembre de 2017

CONFIAR Y CREER

 
Si de verdad deseas llegar a confiar, abandona todas tus creencias. No te sirven. Una mente que cree es una mente estúpida. Una mente que confía tiene inteligencia pura. Una mente que cree es una mente mediocre; una mente que confía adquiere la perfección. La confianza genera la perfección. 

La diferencia entre creer y confiar es simple. No hablo de la definición del diccionario de estas palabras; en el diccionario puede decir algo como: creer significa confiar, confiar significa tener fe y tener fe significa creer. Yo hablo de la existencia. De una manera existencial, la creencia es prestada y la confianza es propia. Las creencias las crees, pero se esconde la duda bajo la superficie. En la confianza no hay el elemento de duda. La creencia genera una desunión en ti: una parte de tu mente cree, mientras que la otra parte niega. La confianza es la unidad de tu ser, su totalidad. 

Pero, ¿cómo puede esa totalidad confiar si no has tenido la experiencia de la confianza? No basta el Dios de Jesús, ni el Dios de mi experiencia, ni el Dios de la experiencia del Buda; tiene que ser tu propia experiencia. Si te aferras a las creencias, una y otra vez te vas a confrontar con experiencias que no se ajustan a esas creencias; entonces surge la tendencia de la mente a no ver esas experiencias, a no prestarles atención porque son muy inquietantes. Te destruyen las creencias, mientras que tú deseas aferrarte a ellas y así progresivamente te vas cegando frente a la vida; la creencia se convierte en una venda en tus ojos. 

La confianza te abre los ojos; no tiene nada que perder. Confiar significa que, sea lo que sea, lo real es real: Puedo abandonar mis deseos y anhelos, pues no cambian la realidad. Tan sólo distraen mi mente de la realidad. 

Si tienes una creencia y tropiezas con una experiencia que tu creencia no admite como posible, o la experiencia es tal que abandonas la creencia, ¿qué vas a escoger: la creencia o la experiencia? La tendencia de la mente es a escoger la creencia y olvidar la experiencia. Es así como te has perdido de muchas oportunidades cuando Dios ha golpeado a tu puerta.

APEGOS: NI A LO "BUENO" NI A LO "MALO"


miércoles, 22 de noviembre de 2017

APRISIONADOS


CUALQUIER PARECIDO...


Un recién nacido fue encontrado en la puerta del Banco Mundial al amanecer, cuando los primeros empleados llegaban a la oficina. Estos tomaron a su cargo a la criatura y presentaron el caso al presidente de la entidad, para que decidiera qué hacer. El presidente emitió el siguiente memorando:

De: Presidente
Para: Recursos Humanos
Tema: NH

Acusamos recibo del informe del hallazgo de un recién nacido de origen desconocido. Formen una comisión para investigar y determinar: 

a) Si el encontrado es producto doméstico de la organización. 

b) Si algún empleado se encuentra envuelto en el asunto.

Después de un mes de investigaciones, la comisión envió al presidente la siguiente comunicación A:

De: Comisión de investigación 
Para: Presidente Tema: NH

Después de cuatro semanas de diligente investigación, concluimos que el N.N. no tiene ninguna conexión con esta organización. Los antecedentes que fundamentan esta conclusión son los siguientes: 

a) En el banco, nunca nada ha sido hecho con placer o con amor. 
b) Jamás dos personas de esta organización han colaborado tan íntimamente entre si. 
c) No encontramos antecedentes concluyentes que indiquen que en esta organización alguna vez se hubiera hecho algo que tuviera ni pies ni cabeza. 
d) En esta organización jamás ha sucedido alguna cosa que estuviera lista en nueve meses.

lunes, 20 de noviembre de 2017

PARA LA CÁTEDRA DE OFTALMOLOGÍA


Estaba sentado a la puerta de una pensión, en el centro de Melo. Inmóvil detrás de sus lentes negros, dejaba pasar el tiempo. Sólo los bostezos le movían la cara. Cuando alguien le preguntaba cómo andaba, él contestaba con un murmullo o gemido.

—Está enfermo de las vistas -me dijeron.

—¿Y no se puede operar?

—Ya lo operaron. Esa fue la desgracia.

No era desventura del destino, era error de cirugía. Según se decía en el pueblo, en el hospital lo habían operado y lo habían dejado mirando para adentro. Y el pobre se aburría, se aburría de verse.

SE DICE QUE DIOS CREÓ EL MUNDO


domingo, 19 de noviembre de 2017

EL DESPRENDIMIENTO


La única manera de cambiar es cambiando su comprensión. Pero ¿Qué quiere decir comprender? ¿Cómo se hace? Piense en la forma como nos esclavizan varios apegos; tratamos de reorganizar el mundo de manera que podamos conservar esos apegos, porque el mundo los amenaza constantemente. Temo que una amiga deje de amarme, puede preferir a otra persona. tengo que hacerme permanentemente atractivo porque tengo que ganarme a esa persona. Alguien me lavó el cerebro para creer que necesito su amor. Pero realmente no lo necesito. No necesito el amor de nadie; sólo necesito entrar en contacto con la realidad. Necesito escapar de mi prisión, de mi programación de mi condicionamiento, de mis falsas creencias, de mis fantasías. Necesito escapar hacia la realidad. La realidad es amable; es absolutamente encantadora. La vida eterna es ahora mismo. estamos rodeados de ella, como el pez en el océano, pero no lo sabemos. estamos demasiado distraídos por este apego. Pasajeramente, el mundo se reorganiza para adaptarse a nuestro apego, de modo que decimos: "¡Sí, maravilloso, Mi equipo ganó!" Pero espere; cambiará; mañana estará deprimido. ¿Por qué seguimos haciendo esto?

Haga este pequeño ejercicio durante unos pocos minutos: Piense en algo o en alguien a quien esté apegado; en otras palabras, en una casa o una persona sin la cual usted cree que no será feliz. Podría ser su empleo, su carrera, su profesión, su amigo, su dinero, lo que sea. Y dígale a ese objeto o persona, "Realmente no te necesito para ser feliz. Solamente me estoy engañando al creer que sin ti no seré feliz. Pero realmente no te necesito para mi felicidad; puedo ser feliz sin ti. Tú no eres mi felicidad, tú no eres mi alegría". Si su apego es una persona, ella no se sentirá muy feliz al oír esto pero dígalo de todos modos. Puede decirlo secretamente, en el fondo del corazón. En todo caso, usted se pondrá en contacto con la verdad; destrozará una fantasía. La felicidad es un estado en que no hay ilusiones, en que se descarta la ilusión.

O podría probar otro ejercicio: Piense en una ocasión en que su corazón estaba destrozado y usted creía que no volvería a ser feliz (su esposo murió, su esposa murió, su mejor amigo lo abandonó, perdió su dinero). ¿Qué sucedió? El tiempo pasó, y si usted pudo apegarse a otra cosa o encontrar a alguien atractivo o algo atractivo, ¿qué pasó con el viejo apego? Realmente no lo necesitaba para ser feliz ¿no es verdad? Eso debiera haberle enseñado a usted, pero nunca aprendemos. Estamos programados; estamos condicionados. Cómo es de liberador no depender emocionalmente de nada. Si usted pudiera tener esa experiencia durante un segundo, escaparía de su prisión y vería el cielo. Quizás, algún día hasta podrá volar.

Temía decir esto, pero le hable a Dios, y le dije que no lo necesito. Mi primera reacción fue: "Esto es muy opuesto a todas las cosas con que me criaron". Bien, algunas personas quieren hacer una excepción respecto a su apego a Dios. Dicen: "¡Si Dios es el Dios que creo que debe ser no le va a gustar que renuncie a mi apego a él!". Pues bien, si usted cree que no será feliz si no obtiene a Dios, entonces ese "Dios" en que usted piensa no tiene nada que ver con el Dios verdadero.

ALGO MÁS PROFUNDO QUE LA PERSONA


sábado, 18 de noviembre de 2017

LA ACRÓBATA


Yolanda Barnés empezaba el día saludando a sus dos pescaditos, el triste y el entusiasta, en su casa de Los Angeles.

Cuando murió el entusiasta, el triste creció, brilló y pasó del color gris al rojo fuego. A los saltos saludaba y exigía su comida. Así Yolanda descubrió que el pescadito era pescadita, porque esas son cosas que a veces ocurren a las viudas.

La pescadita saltaba cada vez más alto, y daba vueltas en el aire. Una mañana, Yolanda encontró la pecera vacía. En vano buscó a la acróbata por toda la cocina, hasta que por fin la descubrió hundida en un plato de ajos a medio pelar. La devolvió al agua, la pescadita quedó aplastada contra el fondo de la pecera.

Así pasaron los días. La pescadita continuaba su quieta agonía, echando una burbuja que otra. Yolanda, que se sentía mirada por esos ojos rodeados de orillas de sangre, discó el primer número que le vino a la cabeza, pero era el teléfono de un amigo que entendía de autos y de vacas, y que sólo había visto peces en el plato, fritos o a la plancha.

La pescadita no tenía nombre. Yolanda pensó que era muy triste morirse sin nombre, pero no se le ocurrió ninguno. Pegada al vidrio, le dijo que ella era lo más interesante que había conocido en su vida en materia de peces, y le dijo adiós. Y se marchó a comprar leche y huevos y también un pescadito nuevo. Pero sólo trajo la leche y los huevos.

LA CONCIENCIA


viernes, 17 de noviembre de 2017

LLAMA A LAS PERSONAS POR SU NOMBRE


Supe de un niño pequeño; y me gustaría ser como ese niño pequeño. Era muy vivo. El niñito se perdió durante un paseo dominical. Su madre comenzó una búsqueda desesperada y pronto oyó una voz infantil que llamaba "Estelle, Estelle". Rápidamente la madre divisó al pequeño y se apresuró a tomarlo en sus brazos. 

-Por qué me llamaste por mi nombre, Estelle, en lugar de 'mami'?‘- le preguntó, pues nunca antes la había llamado así. 

-De nada hubiera servido gritarte 'mami'- contestó el chico-. Este lugar está lleno de mamis. 

EL REZO DEL NIÑO


Un pequeño niño estaba rezando y terminó la oración con la siguiente solicitud: ¡Querido Dios, cuida a mi mamá, a mi papá, a mi hermanita, a la tía Emma y al tío John y a la abuelita y al abuelito y por favor, Dios, cuídate tú mismo porque si no, todos estaremos en un lío! 

FUENTE: OSHO: =El Hombre que Amaba las Gaviotas y Otros Relatos‘, Grupo Editorial Norma, Bogotá, 2003, ISBN 958-04-7279-3, Pag. 6

CON O SIN SILENCIO


jueves, 16 de noviembre de 2017

MEJOR CAMBIEMOS DE TEMA» O «YA ES SUFICIENTE»


Continuación

Señalaré tres modos cognitivos que emplean las mentes simples para reafirmar su insoportable levedad: atribuciones incompletas o infantilismo mental; la vida en blanco y negro; y «mejor cambiemos de tema» o «ya es suficiente»


«Evitar el tema le sirve a las mentes simples para no seguir ahondando en algo que no les gusta o no les conviene. Cuando ven que sus argumentos empiezan a ser insuficientes, deciden evitar la discusión por puro miedo a la contradicción. 

Una madre se negaba a hablar sobre sexo con su hija de doce años porque pensaba que podía crear en la niña «necesidades» que aún no tenía. Cuando le pregunté de dónde había sacado esa idea, me respondió: «Eso está más que comprobado... La sexualidad no es un juego de niños.» Entonces volví a preguntar: «¿Tiene alguna revista o algún dato que pueda facilitarme o la fuente de esas comprobaciones? Me interesaría leerlas...» A lo que ella replicó con firmeza: «¡Pero si eso es de sentido común!» 

Es decir: una decisión tan importante para ella, como era la educación sexual de su hija, la dejaba a expensas de un rumor en vez de investigar el tema seriamente. Se podría pensar que la mujer no quería acercarse a otro tipo de información porque temía que la hicieran cambiar de parecer, pero no. En las siguientes consultas me di cuenta de que estaba realmente a gusto con la teoría que se había montado junto a unas amigas: «Ya es suficiente.» Lo que «sé» me basta y me sobra, aunque esté equivocado.

LA VERDADERA INTELIGENCIA


miércoles, 15 de noviembre de 2017

EL TIGRE QUE BALABA


Al atacar a un rebaño, una tigresa dio a luz y poco después murió. El cachorro creció entre las ovejas y llegó él mismo a tomarse por una de ellas, y como una oveja llegó a ser considerado y tratado por el rebaño. 

Era sumamente apacible, pacía y balaba, ignorando por completo su verdadera naturaleza. Así transcurrieron algunos años. 

Un día llegó un tigre hasta el rebaño y lo atacó. Se quedó estupefacto cuando comprobó que entre las ovejas había un tigre que se comportaba como una oveja más. No pudo por menos que decirle: 

--Oye, ¿por qué te comportas como una oveja, si tú eres un tigre? 

Pero el tigre-oveja baló asustado. 

Entonces el tigre lo condujo ante un lago y le mostró su propia imagen. 

Pero el tigre-oveja seguía creyéndose una oveja, hasta tal punto que cuando el tigre recién llegado le dio un trozo de carne ni siquiera quiso probarla. 

PAUSAS ENTRE PENSAMIENTOS


martes, 14 de noviembre de 2017

MENOS FUERA, MÁS ADENTRO


Uno de mis maestros comía muy rápido. Hacía ruidos mientras comía. Aún así nos decía que comiésemos lenta y concienzudamente. Yo solía observarlo y me enojaba mucho. 

Yo sufría, ¡pero él no! Es que yo prestaba atención a la forma exterior. Tiempo después aprendí que algunas personas conducen rápido, pero con cuidado, y que otras conducen con lentitud, pero tienen muchos accidentes. 

No se apegue a las reglas, a la forma exterior. Si presta atención a los otros en un diez por ciento del tiempo y se observa a sí mismo en un noventa por ciento, su práctica está bien.

SERENO, EN PAZ


lunes, 13 de noviembre de 2017

A TRAVÉS DE LA QUIETUD


YO CREO OTRA COSA


ANGULIMALA (collar de dedos)


¿Podemos escapar a nuestro destino?

Hubo una vez un brahmán, consejero del rey, que tuvo un hijo. Como el hombre era supersticioso, examinó atentamente distintos presagios para saber qué sería de su heredero, para poder así actuar del mejor modo. Así supo horrorizado que su retoño se volvería muy violento. Para prevenir esta catástrofe, llamó a su hijo Ahimsaka, que significa “inocente”. Además, le enseñó a ser siempre obediente, de forma que nunca transgrediera las normas del buen decoro. El niño aprendió así el respeto y era un alumno aplicado y brillante, para gran satisfacción de sus padres. Cuando llegó a la edad de continuar sus estudios decidieron enviarle lejos, a casa de un reputado gurú. Antes de partir, su padre no olvidó recordarle que debía obedecer escrupulosamente a su maestro.

El chico confirmó las expectativas de su familia, porque resultó ser disciplinado y trabajador. Pero hete aquí que esta situación acabó por despertar los celos de sus condiscípulos, quienes vieron en él al favorito del profesor. Criticaban su obediencia escrupulosa, su preocupación permanente por adelantarse a los deseos de su maestro. Para vengarse, dejaron correr el rumor de que Ahimsaka, aprovechándose de su familiaridad, quería de hecho desembarazarse del gurú y reemplazarle cuando terminara sus estudios, y que además ya había logrado seducir a la esposa del maestro.

La tradición indicaba que, al finalizar los estudios, todo estudiante ofrecía a su maestro un regalo importante, según el deseo de este último. Para vengarse de este alumno “ambicioso”, el gurú decidió pedirle un horrible tributo: “Matarás a mil personas y me traerás sus pulgares derechos”. Esperaba que de este modo su alumno lograría hacerse matar.

Esta orden provocó un auténtico tumulto en el corazón de Ahimsaka, pero había sido educado para obedecer, y se dispuso a cumplir la tarea que se le había encomendado. Fue a vivir al bosque, asesinando a aquellos que pasaban por él, ya fueran mercaderes o peregrinos, y entrando en las ciudades cuando no encontraba víctimas. Nunca robaba su dinero ni sus bienes, pero conservaba los pulgares en una gruta en la que se había construido su refugio. Desgraciadamente, los animales se comieron los pulgares guardados. Así que Ahimsaka decidió en adelante llevar colgados los pulgares de sus víctimas. De ahí le vino su nuevo nombre: Angulimala, que significa “collar de dedos”.

Los habitantes de la región, aterrorizados, solicitaron ayuda al rey para desembarazarse del feroz criminal. El rey envió una tropa para perseguirle y matarle. Cuando la madre de Angulimala lo supo, decidió ir a prevenir a su hijo para que pudiera huir. Cuando Angulimala vio llegar a la anciana mujer, no la reconoció. Acababa de llegar a los 999 pulgares y no le faltaba más que uno. En este preciso momento el Buda, que pasaba por allí, decidió intervenir a pesar de las advertencias de los lugareños. Felizmente, ya que Angulimala decidió matar al Señor en lugar de a su madre, lo que habría supuesto para él mil años de infierno por matricidio.

sábado, 11 de noviembre de 2017

PARA LA CÁTEDRA DE LITERATURA


Enrique Buenaventura estaba bebiendo ron en una taberna de Cali, cuando un desconocido se acercó a la mesa. El hombre se presentó, era de oficio albañil, a sus órdenes, para servirlo:

—Necesito que me escriba una carta. Una carta de amor.

—¿Yo?

—Me han dicho que usted puede.

Enrique no era especialista, pero hinchó el pecho. El albañil aclaró que él no era analfabeto:

—Yo puedo escribir. Pero una carta así, no puedo.

—¿Y para quién es la carta?

—Para... ella.

—¿Y usted qué quiere decirle?

—Si lo sé, no le pido.

Enrique se rascó la cabeza.

Esa noche, puso manos a la obra.

Al día siguiente, el albañil leyó la carta:

—Eso —dijo, y le brillaron los ojos—. Eso era. Pero yo no sabía que era eso lo que yo quería decir.

DISCULPAS


viernes, 10 de noviembre de 2017

TIENES RAZÓN, TU TAMBIÉN


¿Podemos estar seguros de lo que decimos?

El maestro acababa de terminar una explicación complicada de conceptos difíciles. Un largo silencio siguió a sus palabras. Algunos monjes se aventuraron a hablar, poco seguros de sí mismos, después comenzaron paulatinamente a envalentonarse, emitiendo opiniones sobre lo que se había dicho, buscando más que nada la aprobación del maestro sobre lo que habían comprendido. Como éste no decía nada, cada uno de los que tomaba la palabra terminaba por afirmar categóricamente la veracidad de su proposición. Finalmente estalló una viva disputa teórica entre dos monjes particularmente testarudos y verbilocuentes.

Como ninguno de los dos lograba convencer a su adversario, decidieron de común acuerdo someterse a “la autoridad”. El primero expuso su argumentación y preguntó al maestro lo que pensaba sobre ello. Tras un momento dubitativo, éste respondió sucintamente: “En efecto, tienes razón”. El joven quedó encantado con la respuesta y, poniendo semblante de gran entendido, lanzó una mirada victoriosa a su adversario y salió de la sala. El segundo monje, algo turbado, lanzó entonces una larga demostración para explicar al maestro su punto de vista. Éste escuchó pacientemente hasta el final, dudó por un instante, y concluyó entonces de igual modo: “Es cierto, tienes razón”. El monje, tranquilizado, quedó también encantado y salió de la sala.

Un tercer monje, que había seguido toda la discusión sin decir nada, muy sorprendido por las dos aprobaciones sucesivas y contradictorias del maestro, se dirigió a él: “No comprendo, maestro. Las dos tesis que hemos escuchado son totalmente opuestas. ¡No pueden ser ciertas las dos al mismo tiempo! ¿Cómo puede decir a esos dos monjes que los dos tienen razón?”

El maestro le miró sonriendo, asintió y respondió: “Tienes razón, tu también”.

Algunas preguntas para profundizar y ampliar.

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jueves, 9 de noviembre de 2017

LA LÓGICA EN LA VIDA


Resulta que un hombre fue acusado formalmente de usar dinero falsificado para pagar una cuenta. En la corte el acusado arguyó que no sabía que el dinero era falso. Cuando se le insistió que lo comprobara, respondió: "Yo lo robé. ¿Me hubiera robado ese dinero a sabiendas de que era falso?"

Tras pensarlo, el juez decidió que la respuesta del hombre tenía sentido; por tanto, lo absolvió del cargo de falsificación y le impuso un nuevo cargo: hurto

-Claro, yo me lo robé-, admitió de buen grado el acusado. Pero el dinero falsificado no tiene ningún valor legal. Desde cuando es un crimen robarse nada? 

Nadie pudo encontrar la menor falla en su lógica, por lo que el acusado fue absuelto. 

Pero la lógica no basta en la vida. No puedes ser absuelto tan fácilmente. Puedes salirte de una trampa de manera legal y lógica. Puedes utilizar la misma lógica para zafarte. Pero en la vida no podrás liberarte por medio de la lógica, ni de la teología, ni de la filosofía, ni por listo que seas para inventar teorías. Puedes salir de la vida o ir más allá de ella solo a través de la experiencia verdadera. 

ACCIONES Y BENEFICIOS


miércoles, 8 de noviembre de 2017

¿DÓNDE ESTA EL AMOR?


LA SEÑORA THOMPSON


Al inicio del año escolar una maestra, la señora Thompson, se encontraba frente a sus alumnos de quinto grado. Como la mayoría de los maestros, ella miró a los chicos y les dijo que a todos los quería por igual. Pero era una gran mentira, porque en la fila de adelante se encontraba hundido en su asiento, un niño llamado Jim Stoddard. La señora Thompson lo conocía desde el año anterior, cuando había observado que no jugaba con sus compañeros, que sus ropas estaban desaliñadas y que parecía siempre necesitar un baño. Con el paso del tiempo, la relación de la señora Thompson con Jim. Se volvió desagradable, hasta el punto que ella sentía gusto al marcar las tareas del niño con grandes tachones rojos y ponerle cero.

Un día, la escuela le pidió a la señora Thompson revisar los expedientes anteriores de los niños de su clase, y ella dejó el de Jim de último. Cuando lo revisó, se llevó una gran sorpresa.

La maestra de Jim en el primer grado había escrito: "Es un niño brillante, con una sonrisa espontánea. Hace sus deberes limpiamente y tiene buenos modales; es un deleite estar cerca de él".

La maestra de segundo grado puso en su reporte: "Jim es un excelente alumno, apreciado por sus compañeros, pero tiene problemas debido a que su madre sufre una enfermedad incurable y su vida en casa debe ser una constante lucha".

La maestra de tercer grado señaló: "La muerte de su madre ha sido dura para él. Trata de hacer su máximo esfuerzo pero su padre no muestra mucho interés, y su vida en casa le afectará pronto si no se toman algunas acciones".

La maestra de cuarto escribió: "Jim es descuidado y no muestra interés en la escuela. No tiene muchos amigos y en ocasiones se duerme en clase".

La señora Thompson se dio cuenta del problema y se sintió apenada consigo misma. Se sintió aún peor cuando, al llegar la Navidad, todos los alumnos le llevaron sus regalos envueltos en papeles brillantes y con preciosos listones, excepto Jim: el suyo estaba torpemente envuelto en el tosco papel marrón de las bolsas de supermercado.

Algunos niños comenzaron a reír cuando ella sacó de esa envoltura un brazalete de piedras al que le faltaban algunas, y la cuarta parte de un frasco de perfume. Pero ella minimizó las risas al exclamar: "¡Qué brazalete tan bonito!", mientras se lo ponía y rociaba un poco de perfume en su muñeca. Jim Stoddard se quedó ese día después de clases sólo para decir: "Señora Thompson, hoy usted olió como mi mamá olía".
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