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martes, 25 de febrero de 2020

PROYECTAR HACIA FUERA EL CONFLICTO QUE TENEMOS DENTRO


Ahora ... regresemos a Neill (Alexander Sutherland Neill), quien dice: "Yo no soy un genio, soy sencillamente un hombre que se niega a guiar los pasos de los niños". Pero entonces, ¿qué pasa con el pecado original? Neill dice que cada niño tiene un dios en él; nuestros intentos por moldearlo convierten al dios en un demonio. Él permite que los niños formen sus propios valores, y los valores son invariablemente buenos y sociales. ¿pueden ustedes creerlo? Cuando un niño se siente amado (lo que significa: cuando un niño siente que usted está de su lado), estará bien. El niño ya no experimenta la violencia. No hay temor, por eso no hay violencia. El niño empieza a tratar a los demás como lo tratan a él. Ustedes tienen que leer ese libro. es un libro sagrado, realmente lo es. Léanlo; revolucionó mi vida y mi manera de relacionarme con la gente. Empecé a ver milagros. Empecé a ver la insatisfacción conmigo mismo que me habían inculcado, la competición, las comparaciones, el "eso no es suficientemente bueno", etc. Ustedes podrían objetar que si no me hubieran presionado, no sería lo que soy. ¿Necesitaba toda esa presión? Y de todas maneras, ¿quién quiere ser lo que yo soy? Quiero ser feliz, quiero ser santo, quiero amar, quiero estar en paz, quiero ser libre, quiero ser humano. 

¿Saben de dónde vienen las guerras? Vienen de proyectar hacia afuera el conflicto que tenemos dentro. Muéstrenme un individuo que no tenga un conflicto interno y yo les mostraré a un individuo que no es violento. Sus acciones serán eficaces, incluso duras, pero estará libre de odio. cuando actúa, actúa como el cirujano; cuando actúa, actúa como el maestro amante de los niños que tienen retardo mental. Uno no los culpa, los comprende; pero se lanza a la acción. Por otra parte, si uno se lanza a la acción con su propio odio y su propia violencia sin resolver, el error se agrava. Trató de apagar el fuego con más fuego. Trató de controlar una inundación echando más agua. Repito lo que dijo Neill: "Cada niño tiene un dios en él. Nuestros intentos por moldear al niño convertirán al dios en un demonios. Los niños llegan a mi colegio como pequeños demonios, odiando el mundo, destructivos, maleducados, mentirosos, robando, de mal humor. A los seis meses son niños felices y saludables que no hacen ningún mal. Y yo no soy un genio, simplemente un hombre que se niega a dirigir los pasos de los niños. Yo les permito formar sus propios valores y los valores son invariablemente buenos y sociales. La religión que vuelve buena a la gente la vuelve mala, pero la religión conocida como libertad hace que todas las personas sean buenas, porque destruye el conflicto interno (yo agregué la palabra "interno") que convierte a las personas en demonios". 

Neill dice también: "Lo primero que hago cuando un niño llega a Summerhill es destruir su conciencia". Supongo que ustedes saben a qué se refiere, porque yo sé a qué se refiere. No se necesita conciencia cuando se tiene consciencia*; no se necesita la conciencia cuando se tiene sensibilidad. No se es violento, no se es temeroso. 

* Conciencia: Facultad de discriminar entre el bien y el mal 

Consciencia: Conocimiento intuitivo que tiene el individuo de sí mismo y del medio que lo rodea (N. del Ed). 

Probablemente ustedes piensen que éste es un ideal inalcanzable. Bien, lean ese libro. Me he encontrado aquí y allá con individuos que de repente se tropiezan con esta verdad; la raíz del mal está dentro de uno mismo. A medida que uno comprenda esto, va dejando de forzase, y uno comprende. Nútranse con alimentos sanos, con alimentos sanos y bueno, no me refiero al alimento en el sentido literal; me refiero a puestas de sol, a la naturaleza, a una buena película, a un buen libro, a un trabajo agradable, a la buena compañía, y se podrá esperar que ustedes rompan sus adicciones a esos otros sentimientos. 

¿Qué sentimiento tienen ustedes cuando están en contacto con la naturaleza, o cuando están absortos en un trabajo que aman? ¿O cuando conversan con alguien cuya compañía disfrutan en la sinceridad y en la intimidad sin apegarse? ¿Qué clase de sentimientos tienen? comparen esos sentimientos con los que tienen cuando ganan una discusión, o cuando ganan una carrera, o cuando son populares, o cuando todo el mundo los aplaude. A éstos últimos los llamo sentimientos mundanos; a los primeros los llamo sentimientos del alma. 

Muchas personas ganan el mundo y pierden su alma. Muchas personas viven una vida vacía, sin alma, porque se alimentan de la popularidad, el aprecio, la alabanza, el "yo estoy bien, tú estás bien", de mírenme, préstenme atención, apóyenme, aprécienme; de ser el jefe, de tener poder, de ganar la carrera. ¿Se alimentan ustedes de eso? Si así es, están muertos. Perdieron su alma. Aliméntense del otro material más nutritivo. entonces verán la transformación. Les di todo un programa de vida, ¿no es verdad?.





Extracto del libro:
Despierta (charlas sobre la espiritualidad)
Anthony de Mello
Fotografía tomada de internet

lunes, 24 de febrero de 2020

CORROMPER A LA GENTE


Hay una hermosa película italiana dirigida por Federico Fellini, llamada 81/2. En una escena aparece un hermano cristiano en una excursión con un grupo de muchachos de ocho a diez años. Están en la playa, caminando, mientras el hermano viene detrás con tres o cuatro muchachos a su alrededor. Se encuentran con una mujer mayor que es prostituta, y le dicen: 

- Hola. 

Ella contesta: 
- Hola. 

Ellos preguntan: 
¿Quién eres tú? 

Y ella dice 
- Yo soy una prostituta. 

Ellos no saben qué es eso, pero fingen saberlo. Uno de los muchachos que sabe más que los otros dice: 

- Una prostituta es una mujer que hace ciertas cosas si uno le paga. 

Ellos preguntan: 

-¿Haría ella esas cosas si le pagamos? 

¿Por qué no? fue la respuesta. 

De manera que hacen una colecta, le dan el dinero y le dicen: 
-¿Haría ciertas cosas ahora que te hemos dado el dinero? 

Ella responde: 
- Por supuesto muchachos, ¿qué quieren que haga? 

Lo único que se les ocurre a los muchachos es que ella se quite la ropa. Y ella lo hace. Bueno, la miran; nunca habían visto a una mujer desnuda. No saben qué más hacer, de modo que le dicen: 

-¿Quieres bailar? 

Ella dice: 
-Por supuesto 

Ellos se reúnen alrededor de ella cantando y batiendo palmas; la prostituta mueve el trasero, y ellos se divierten de lo lindo. El hermano ve todo esto. Corre por la playa y le grita a la mujer. La hace vestir, y el narrador dice: "En ese momento, los niños se corrompieron, hasta entonces eran inocentes, hermosos". 

Éste no es un problema infrecuente. En la India, conozco a un misionero muy conservador, un jesuita, quien asistió a uno de mis talleres. Mientras yo desarrollaba este tema durante dos días, él sufría. La segunda noche vino a buscarme y me dijo: 

- Tony, no puedo explicarte cuanto sufro cuando te escucho. 

-¿Por qué, Stan? - le pregunté 

Me contestó: 
- Tú estás reviviendo una pregunta que he reprimido durante veinticinco años, una horrible pregunta. una y otra vez me he preguntado: ¿Habré corrompido a mi gente convirtiéndola al cristianismo? 

Este jesuita no era uno de esos progresistas, era ortodoxo. Devoto, piadoso, conservador. Pero sentía que corrompía a una gente feliz, amable, sencilla, sin malicia, convirtiéndola al cristianismo. 

Los misioneros estadounidenses que fueron a las islas de los Mares del Sur con sus esposas se horrorizaron cuando vieron que las mujeres nativas iban a la iglesia con los pechos descubiertos. Las esposas insistieron en que las mujeres estuvieran decentemente vestidas. De modo que los misioneros les dieron camisas para que se las pusieran. Al domingo siguiente, las mujeres llegaron con las camisas puestas, pero con dos grandes huecos para estar cómodas y ventilarse. Ellas tenían la razón; los misioneros estaban equivocados. 


Extracto del libro:
Despierta (charlas sobre la espiritualidad)
Anthony de Mello
Fotografía tomada de internet

domingo, 23 de febrero de 2020

CADA NIÑO TIENE EN ÉL UN DIOS


Tengo aquí una hermosa cita, unas pocas frases que yo escribiría en letras de oro. Las tomé del libro de A.S. Neill, Summerhill. Antes, debo exponer algunos antecedentes. Probablemente ustedes saben que Neill fue educador durante cuarenta años. Tenía un colegio muy independiente. Recibía niños y niñas, y los dejaba ser libres. ¿Usted quiere aprender a leer y a escribir? Muy bien. ¿No quiere aprender a leer y a escribir? Muy bien. Usted puede hacer lo que quiera con su vida, mientras no se inmiscuya en los asuntos de otra persona. No interfiera la libertad de otra persona; por lo demás, usted es libre. Dice Neill que los peores casos le llegaban de colegios religiosos. Por supuesto, esto era en los viejos tiempos. Dice que estos niños tardaban alrededor de seis meses en sobreponerse a toda la ira y el resentimiento que habían reprimido. durante seis meses se rebelaban, luchaban contra el sistema. El peor caso fue el de una niña que montaba en su bicicleta y se iba para el pueblo, evitando las clases, evitando el colegio, evitando todo. Pero una vez que superaban su rebeldía, todos querían aprender; hasta empezaban a protestar: "¿por qué no tenemos clase hoy?" Pero solamente estudiaban lo que les interesaba. Se transformaban. Al principio, los padres temían mandar a sus hijos a este colegio; decían: "¿Cómo puede usted educarlos si no se les impone disciplina?  Hay que enseñarles, orientarlos". ¿Cual fue el secreto del éxito de Niel? A él le llegaban los peores niños, los que todo el mundo había dado por perdidos, y en seis meses se transformaban. Escuchen lo que dijo, palabras extraordinarias, palabras santas: "Cada niño tiene un dios en él. Nuestros intentos por moldear al niño convertirán al dios en un demonio. Los niños llegan a mi colegio, pequeños diablos, odian el mundo, son destructivos, maleducados, mentirosos, ladrones, de mal humor. En seis meses se transforman en niños felices, saludables, que no hacen ningún mal". Éstas son palabras sorprendentes en boca de un hombre cuyo colegio en la Gran Bretaña es inspeccionado regularmente por personas del Ministerio de educación, por cualquier director o directora o por cualquier persona que quiera ir. 

Sorprendente. Ése era su carisma. Estas cosas no se hacen siguiendo un plan predeterminado; hay que ser una persona especial. En algunas de sus conferencias a directores y directoras, Neill les dice: "Vengan a Summerhill, y verán que todos los árboles frutales están cargados de frutas; nadie arranca las frutas de los árboles; no hay ningún deseo de atacar a la autoridad; los niños comen bien y no hay resentimiento ni ira. Vengan a Summerhill y nunca encontrarán a un niño lisiado que tenga sobrenombre (ustedes saben cómo pueden ser de crueles los niños cuando alguien es tartamudo). Ustedes nunca encontrarán a nadie burlándose de un tartamudo, nunca. En esos niños no hay violencia porque nadie es violento con ellos". Escuchen esas palabras de revelación, palabras sagradas. en el mundo hay personas así. A pesar de lo que les puedan decir los sabios, los sacerdotes y los teólogos, en el mundo hay personas que no tienen peleas, ni celos, ni conflictos, ni guerras, ni enemistades. ¡Ninguna de esas cosas! En mi país existen, o, me da tristeza decirlo, existieron hasta hace poco. Yo tenía amigos jesuitas que vivían y trabajaban con personas que según me decían eran incapaces de robar o mentir. Una hermana me dijo que cuando ella fue al noreste de la india a trabajar con algunas tribus, la gente no cerraba, o guardaba nada con llave. Nunca se robaban nada y nunca decían mentiras - hasta que llegaron el gobierno y los misioneros. 

Cada niño tiene en él un dios; nuestros intentos por moldearlo convertirán al niño en un demonio. 



Extracto del libro:
Despierta (charlas sobre la espiritualidad)
Anthony de Mello
Fotografía tomada de internet

sábado, 22 de febrero de 2020

¿EN DÓNDE ESTA EL FUEGO?


Voy a terminar con una hermosa historia.

Hubo un hombre que inventó el arte de producir fuego. Tomó sus herramientas y fue a una tribu que residía en un lugar del norte en que hacía mucho frío, un frío cortante. Les enseño a los de la tribu a producir fuego. Ellos se interesaron muchísimo. Les enseño que el fuego era útil para varias cosas: para cocinar, para calentarse, etc. Ellos estaban muy agradecidos con él por haberles enseñado el arte de producir fuego. Pero antes de que pudieran expresar su gratitud, el hombre desapareció. A él no le interesaba el reconocimiento o la gratitud de la tribu; le interesaba el bienestar de ésta. Fue a otra tribu, en la cual también se dedicó a enseñarles el valor de su invento. Allí también la gente estaba interesada, un poquito demasiado interesada para la paz mental de sus sacerdotes, quienes empezaron a notar que este hombre congregaba multitudes mientras ellos perdían popularidad. De manera que decidieron eliminarlo. Lo envenenaron, lo crucificaron, díganlo como quieran. Pero temían que ahora la gente se volviera contra ellos, de manera que fueron prudentes, incluso astutos, ¿Saben que hicieron? Mandaron hacer un retrato del hombre y lo pusieron sobre el altar principal del templo. Enfrente del retrato pusieron los instrumentos del fuego, lo cual hicieron debidamente durante siglos. Siguieron la veneración y la adoración, pero no había fuego. 

¿En dónde está el fuego? ¿En dónde está el amor? ¿En dónde está la droga desarraigada de usted? ¿En dónde está la libertad? De esto se trata la espiritualidad. Trágicamente, tendemos a perder esto de vista, ¿no es así? De esto se trata Jesucristo. Pero le dimos demasiado énfasis al "Señor, Señor", ¿no es verdad? ¿En dónde está el fuego? Y si el culto no lleva al fuego, si la adoración no lleva al amor, si la liturgia no lleva a una percepción más clara de la realidad, si Dios no lleva a la vida, ¿de qué sirve la religión excepto para crear más divisiones, más fanatismo, más antagonismo? No es por falta de religión, en el sentido ordinario de la palabra, por lo que sufre el mundo; es por falta de amor, de consciencia, y no de otro modo. Comprendan los obstáculos que les ponen al amor, a la libertad, a la felicidad y la oscuridad desaparecerá. La felicidad no es algo que se adquiere; el amor no es algo que uno produce; el amor es algo que uno tiene; el amor es algo que lo tiene a uno. Uno no tiene el viento, las estrellas y la lluvia. Uno no posee estas cosas; uno se entrega a ellas. Y la entrega ocurre cuando uno toma consciencia de sus ideas ilusorias, de sus adicciones, cuando uno tenga una consciencia de sus deseos y sus temores. Como les dije antes, en primer lugar, la comprensión psicológica es de gran ayuda, pero no el análisis. Uno de los grandes terapeutas estadounidenses lo dijo muy bien: "Lo que cuenta es la experiencia del "Ah, si", eso es visión. Eso es cambio. En segundo lugar, la comprensión de su adicción es importante. Se necesita tiempo. Desgraciadamente, se dedica mucho tiempo al culto y al canto de alabanzas y a cantar canciones, tiempo que podría dedicarse con buenos frutos a la comprensión de sí mismo. Las celebraciones litúrgicas comunes no producen comunidad. Ustedes saben en el fondo del alma, y también lo sé yo, que esas celebraciones solamente sirven para ocultar las diferencias. La comunidad se produce comprendiendo los bloqueos que le ponemos a la comunidad, comprendiendo los conflictos que surgen como resultado de nuestros temores y nuestros deseos. En ese momento, surge la comunidad. Debemos tener cuidado, para no convertir el culto en otra distracción en la importante empresa de vivir. Y vivir no significa trabajar en el gobierno, o ser un gran hombre de negocios, o hacer actos de caridad. Eso no es vivir. Vivir es descartar todos los impedimentos y vivir en el momento presente con frescura. "Las aves del cielo... ellas no trabajan ni hilan" -eso es vivir. Empecé diciendo que la gente está dormida, muerta. Hay gente muerta gobernando, gente muerta dirigiendo los grandes negocios, gente muerta educando a otros; ¡Vivan! El culto debe ayudar a esto, o es inútil. Y progresivamente - ustedes saben esto y yo también- estamos perdiendo a los jóvenes en todas partes. Ellos nos odian; no les interesa tener más temores y más culpas. No les interesan más sermones y exhortaciones. Pero les interesa aprender sobre el amor. ¿Cómo puedo ser feliz? ¿Cómo puedo estar realmente vivo? ¿Cómo puedo tener la experiencia de esas cosas maravillosas de las que hablan los místicos? De manera que eso es lo segundo - La comprensión. En tercer lugar, no se identifique. Mientras venía hoy para acá alguien me preguntó: "Alguna vez se ha sentido usted deprimido?" Realmente, a veces me deprimo. Me dan mis ataques. Pero no duran, realmente no duran. ¿Qué hago? Primer paso: No me identifico. Aquí tenemos un sentimiento de depresión. En lugar de ponerme tenso, en lugar de irritarme conmigo mismo debido a eso, comprendo que estoy deprimido, decepcionado, o lo que sea. segundo paso: Admito que el sentimiento está en mí, no en la otra persona, es decir, en la persona que no me mandó una carta, no en el mundo exterior, está en mí. Porque mientras piense que está fuera de mi, considero justificado conservar mis sentimientos. No puedo decir que todo el mundo se sienta así; en realidad, solamente los idiotas se sentirían así, solamente las personas dormidas. Tercer paso: No me identifico con el sentimiento. El "yo" no es ese sentimiento. El "yo" no está solo, el "yo" no está deprimido, el "yo" no está decepcionado. La decepción está allí, uno la observa. Ustedes se sorprenderán con la rapidez con que desaparece. Cualquier cosa de la cual uno tenga consciencia cambia continuamente; las nubes se mueven continuamente. cuando uno logra eso, comprende de muchas maneras por qué había nubes. 


Extracto del libro:
Despierta (charlas sobre la espiritualidad)
Anthony de Mello
Fotografía tomada de internet

viernes, 21 de febrero de 2020

LA TIERRA DEL AMOR


Si realmente dejamos las ideas ilusorias acerca de algo que podría darnos o quitarnos, estaríamos alertas, La consecuencia de no hacerlo es terrible e ineludible. Perdemos nuestra capacidad de amar. Si usted quiere amar, debe aprender a ver de nuevo, Y si quiere ver, debe aprender a renunciar a su droga. Así es de sencillo. Renuncie a su dependencia. Rompa los tentáculos de la sociedad que lo hayan rodeado y que han sofocado su ser. Renuncie a ellos. Externamente, todo seguirá como antes, pero aunque usted continuará estando en el mundo, ya no será del mundo. En su corazón, ahora será finalmente libre, aunque estará completamente solo. Su dependencia de la droga morirá. No tiene que irse para el desierto; está en medio de las personas, disfruta de ellas enormemente. Pero ya no tienen el poder de hacerlo feliz o desdichado. Eso es lo que significa estar solo. En esta soledad muere su dependencia. Nace la capacidad de amar, Ya no ve a los demás como un medio de satisfacer la adicción. Solamente quien lo ha intentado conoce los terrores del proceso. Es como invitarse a sí mismo a morir. Es como pedirle al pobre drogadicto que renuncie a la única felicidad que ha conocido ¿Cómo cambiará por el sabor del pan y de la fruta y el sabor limpio del aire de la mañana, la dulzura del agua de la fuente en la montaña? Mientras luche con los síntomas de la abstinencia y el vacío que siente en su interior ahora que la droga se ha acabado, nada puede llenar el vacío excepto la droga. ¿Puede usted imaginar una vida en la cual usted se niega a disfrutar o a gozar con una sola palabra de aprecio, o a reclinar la cabeza en el hombro de alguien buscando apoyo? Piense en una vida en la cual usted no dependa de nadie emocionalmente, de manera que nadie tenga el poder de hacerlo feliz o desgraciado. Usted se niega a necesitar a una persona particular o a ser especial para alguien o a sentir que alguien le pertenece. Las aves del cielo tienen sus nidos y los zorros tienen sus madrigueras, pero usted no tendrá en dónde apoyar su cabeza en su viaje por la vida. Si alguna vez llega a este estado, sabrá finalmente lo que significa ver con una visión clara y sin nubes de temor o deseo. Allí cada palabra se mide. Ver finalmente con una visión que es clara, y sin nubes de temor o de deseo. sabrá lo que significa amar. Pero para llegar a la tierra del amor, tiene que pasar por los dolores de la muerte, porque amar a las personas significa morir a la necesidad de las personas, y estar completamente solo. 

¿Cómo podría usted llegar allá algún día? Por medio de una consciencia incesante, por medio de una paciencia y una compasión infinitas como las que tendría por el drogadicto. Desarrollando el gusto por las cosas buenas de la vida para contrarrestar la necesidad de la droga. ¿Cuáles cosas buenas? El amor al trabajo que a usted le gusta hacer por el trabajo mismo; el amor a la risa y a la intimidad con las personas a las cuales usted no se aferra y de las cuales no depende emocionalmente pero cuya compañía usted disfruta. También ayudará que usted realice actividades que pueda hacer con todo su ser, actividades que a usted le gusten tanto que cuando se dedique a ellas, el éxito, el reconocimiento y la aprobación sencillamente no signifiquen nada. También ayudará que regrese a la naturaleza. Despida a las multitudes, suba a las montañas, y comulgue en silencio con los árboles y las flores y los animales y las aves, con el mar y las nubes y el cielo y las estrellas. Ya le dije que mirar las cosas , ser consciente de las cosas que nos rodean es un gran ejercicio espiritual. Confiemos en que las palabras desaparecerán, los conceptos desaparecerán, y usted, ya lo verá, entrará en contacto con la realidad. Ésa es la cura para la soledad. Generalmente, tratamos de curar nuestra soledad dependiendo emocionalmente de la gente, y por medio de la sociabilidad y el ruido. Eso no es una cura. Regrese a las cosas, regrese a la naturaleza, suba a las montañas. Entonces sabrá que su corazón lo ha llevado al vasto desierto de la soledad, allí no hay nadie a su lado, absolutamente nadie. 

Al principio esto parecerá insoportable. Pero es porque usted no está acostumbrado a estar solo. Si logra permanecer allí por un tiempo, el desierto florecerá de pronto en el amor. Su corazón estallará en cantos. Y siempre será primavera; la droga desaparecerá; usted es libre. Entonces comprenderá lo que es el amor, lo que es la felicidad, lo que es la realidad, lo que es la verdad, lo que es Dios. Usted verá, usted sabrá más allá de los conceptos y los condicionamientos, de las adicciones y los apegos. ¿Eso tiene sentido? 


Extracto del libro:
Despierta (charlas sobre la espiritualidad)
Anthony de Mello
Fotografía tomada de internet

sábado, 4 de enero de 2020

SIEMPRE ADELANTE


He dicho con frecuencia que la manera de vivir realmente es morir. El pasaporte a la vida es imaginarse a uno mismo en la tumba. Imagine que está en su ataúd. En la posición que quiera. En la India los ponemos con las piernas cruzadas. A veces los llevan así al lugar de la cremación. Sin embargo, a veces están acostados, y que está muerto. Ahora mire sus problemas desde ese punto de vista. Todo cambia, ¿verdad?

Qué hermosa, hermosa meditación. Hágala todos los días si tiene tiempo. Es increíble, pero eso le dará vida. Tengo una meditación sobre eso en un libro llamado "La fuente". Se ve el cuerpo en descomposición, después los huesos, después polvo. Siempre que hablo de eso la gente dice: "¡Qué asco!" Sin embargo, ¿qué tiene de asqueroso? Por Dios, es la verdad. Pero muchos de ustedes no quieren ver la realidad. No quieren pensar en la muerte. La mayoría de la gente no vive, simplemente mantiene vivo el cuerpo. eso no es vida. Uno no vive hasta que no le importe en absoluto si está vivo o muerto. En ese momento, uno está vivo. Cuando usted esté dispuesto a perder su vida, vivirá. Pero si está protegiendo su vida, estará muerto. Si usted está sentado en el desván y yo le digo: "¡Baje!" y usted responde: "Ah no. Yo he leído qué pasa cuando la gente baja las escaleras. Se resbala y se desnuca; es demasiado peligroso!. O si no puedo lograr que cruce la calle porque me dice: "¿Sabe a cuántas personas atropellan cuando cruzan la calle? Si no puedo lograr que cruce la calle, ¿cómo puedo lograr que cruce un continente? Y si no puedo lograr que usted mire por fuera de sus estrechas y pequeñas creencias y convicciones y vea otro mundo, usted está muerto, está completamente muerto; la vida lo dejó atrás. Usted está sentado en su pequeña prisión, asustado; no va a perder a su Dios, su religión, sus amigos, toda suerte de cosas. La vida es para los que se arriesgan, realmente es así. Eso fue lo que dijo Jesús. ¿Están ustedes listos para arriesgarse? ¿Saben cuándo están preparados para arriesgarse? Cuando hayan descubierto eso, cuando sepan que esto que la gente llama vida no es realmente vida. La gente se equivoca al pensar que vivir es mantener vivo el cuerpo. De manera que amen el pensamiento de la muerte, ámenlo. Regresen a él una y otra vez. Piensen en la belleza de ese cadáver, ese esqueleto, de esos huesos desmoronándose hasta que sólo quede un puñado de polvo. De ahí en adelante, qué alivio, qué alivio. Probablemente, alguno de ustedes no saben de qué estoy hablando en este momento; están demasiado asustados para pensarlo, Sin embargo, mirar la vida desde esa perspectiva es un gran alivio.

O visiten un cementerio. Es una experiencia enormemente purificadora y hermosa. Usted mira este nombre y dice: "Vaya, el vivió hace tantos años, hace dos siglos; tiene que haber tenido los mismos problemas que tengo yo, debe haber pasado muchas noches de insomnio. Qué locura, vivimos tan corto tiempo". Un poeta italiano dijo: "Vivimos en un destello de luz; anochece, y es una noche eterna". Es solamente un destello y lo desperdiciamos. Lo desperdiciamos con nuestra ansiedad, nuestras preocupaciones, nuestros asuntos, nuestras cargas. Bien, mientras hacen esa meditación pueden obtener solamente información; pero pueden lograr la consciencia. Y en ese momento de consciencia, ustedes estarán nuevos. Por lo menos mientras dura. Entonces sabrán la diferencia entre la información y la consciencia.

Recientemente, un amigo astrónomo me estaba contando algunas de las cosas fundamentales sobre la astronomía. No sabía, hasta que me lo dijo, que cuando vemos el sol, lo vemos en el lugar que estaba hace ocho minutos y medio, no donde está ahora. Porque un rayo de luz del sol se demora ocho minutos y medio en llegar hasta nosotros. De manera que no lo vemos en el lugar en el que está; ahora está en otra parte. También las estrellas nos han estado enviando luz durante cientos de miles de años. De manera que cuando las miramos, pueden no estar donde las vemos; pueden estar en otra parte. Me dijo que, si imaginamos una galaxia, todo un universo, esta tierra nuestra estaría perdida cerca de la cola de la vía láctea; ni siquiera en el centro. Y todas las estrellas son soles y algunos soles son tan grandes que podrían contener al sol y a la tierra y a la distancia que hay entre ellos. Según una estimación conservadora, ¡Hay cien millones de galaxias! El universo como lo conocemos, se está expandiendo a la velocidad de tres millones setecientos mil kilómetros por segundo. Yo estaba fascinado oyendo todo esto, y cuando salí del restaurante en donde estábamos comiendo, miré hacia arriba y tuve un pensamiento diferente, una perspectiva diferente hacia la vida. Eso es consciencia. De manera que ustedes pueden oír todo esto como un hecho (y eso es información), o de repente tener otra perspectiva de la vida: ¿Qué somos en el universo, qué es la vida humana? Cuando ustedes sientan eso, eso es lo que yo quiero decir cuando hablo de la consciencia.




Extracto del libro:
Despierta (charlas sobre la espiritualidad)
Anthony de Mello
Fotografía tomada de internet

lunes, 16 de diciembre de 2019

EL FINAL DEL ANÁLISIS


Quiero darles una idea de la diferencia que hay entre el análisis y la consciencia, o entre la información por una parte y la visión por otra. La información no es visión, el análisis no es consciencia, el conocimiento no es consciencia, imagínese que yo llego con una serpiente enroscada en el brazo, y les digo: ¿Ven esta serpiente enroscada en mi brazo? Acabo de verificarlo en la enciclopedia antes de venir a esta sesión; encontré que esta serpiente se conoce como la víbora de Russell. Si me mordiera, me moriría en medio minuto. ¿Podrían sugerirme alguna manera de librarme de esta criatura que está enroscada en mi brazo? ¿Quién es el que habla de esta manera? Tengo información pero, no tengo consciencia. 

O supongamos que me estoy destruyendo con el alcohol. "Por favor, describan las formas en que puedo librarme de esta adicción". Una persona que dijera eso no tendría consciencia. Sabe que se está destruyendo, pero no está consciente de ello. 

Si fuera consciente, la adicción desaparecería en ese mismo momento. Si yo fuera consciente de lo que la serpiente es, no me la quitaría del brazo; ella se quitaría por medio de mi. De eso es de lo que estoy hablando, ése es el cambio del que estoy hablando. Usted no se cambia: el mí no cambia al mí. El cambio tiene lugar por intermedio de usted, en usted. Ésa es la forma más adecuada en que puedo expresarlo. Usted ve que el cambio tiene lugar en usted, por intermedio de usted, en su consciencia; tiene lugar: usted no lo realiza. Cuando usted lo está haciendo, es mala señal; no durará. Y si dura, que Dios se apiade de las personas que viven con usted, porque va a ser muy rígido. es imposible vivir con las personas que se convierten sobre la base del odio a sí mismas y la insatisfacción consigo mismas. Alguien dijo: "Si quieres ser mártir, cásate con un santo". Pero en la consciencia, usted conserva su suavidad, su delicadeza, su amabilidad, su apertura, su flexibilidad, y usted no se fuerza: el cambio sucede. 

Recuerdo que cuando yo estaba en Chicago estudiando psicología, un sacerdote nos dijo: "Yo tenía toda la información que necesitaba, sabía que el alcohol me estaba matando, y créanme, nada cambia a un alcohólico - ni siquiera el amor de su esposa y de sus hijos. Él realmente los ama pero eso no lo hace cambiar. Yo descubrí algo que me hizo cambiar. Un día estaba caído en una cuneta bajo una ligera llovizna. Abrí los ojos y vi que eso me estaba matando. Lo vi, y no quise volver a probar ni una gota. En realidad, desde entonces he bebido un poco, pero nunca lo suficiente para hacerme daño. No podría hacerlo, ni he podido". Estoy hablando de eso: Consciencia, no información, sino consciencia. 

Un amigo mío que fumaba demasiado me dijo: "Hay toda suerte de chistes sobre el cigarrillo. Nos dicen que el tabaco mata, pero mira a los antiguos egipcios, todos están muertos y ninguno fumaba". Un día tuvo problemas con los pulmones, de manera que fue a nuestro instituto de investigación sobre el cáncer en Bombay. El médico le dijo: "Padre, usted tiene dos manchas en los pulmones. Podría ser cáncer, de manera que tiene que volver dentro de un mes". Después de eso mi amigo no volvió a tocar un cigarrillo. Antes sabía que lo mataría; ahora estaba consciente de que podría matarlo. Ésa es la diferencia. 

El fundador de mi orden, San Ignacio, tiene para eso una bonita expresión. Lo llama gustar y sentir la verdad - no conocerla, sino gustarla y sentirla, tener la sensación de ella. Cuando uno la siente, cambia. Cuando la conoce en la cabeza, no cambia. 




Extracto del libro:
Despierta (charlas sobre la espiritualidad)
Anthony de Mello
Fotografía tomada de internet

domingo, 1 de diciembre de 2019

ESCUCHAR LA VIDA


Ahora bien, se necesita consciencia y se necesita alimento. Se necesita alimento bueno y saludable. Aprenda a disfrutar del alimento sólido de la vida. La buena comida, el buen vino, la buena agua. Pruébelos. Enloquezca y vuélvase cuerdo. Ése es el alimento bueno y saludable. Los placeres de los sentidos y los placeres de la mente. La buena lectura; cuando usted disfruta de un buen libro. O una buena discusión, o pensar. Es maravilloso. Infortunadamente, la gente se ha vuelto loca, y cada vez es más adicta porque no sabe disfrutar de las cosas amables de la vida. De manera que busca estimulantes artificiales cada vez más fuertes. 

En los años 70, el presidente Cárter les pidió a los estadounidenses que adoptaran un régimen de austeridad. Yo pensé: No debiera decirles que sean austeros, en realidad debiera decirles que disfruten las cosas. La mayoría de la gente ha perdido la capacidad de disfrutar. Realmente creo que la mayoría de la gente de los países ricos ha perdido esa capacidad. necesita tener aparatos cada vez más y más costosos; es incapaz de disfrutar de las cosas sencillas de la vida. Yo voy a lugares en donde tienen la música más maravillosa, y estos discos se consiguen con descuento, y están allí apilados; nunca veo a nadie escuchándolos - no hay tiempo, no hay tiempo, no hay tiempo. Son culpables, no tienen tiempo para disfrutar de la vida. Tienen exceso de trabajo, seguido, seguido, seguido. Si realmente ustedes disfrutaran de la vida y de los placeres sencillos de los sentidos, quedarían sorprendidos. Ustedes adquirirían la extraordinaria disciplina de un animal. Un animal nunca come en exceso. En su ambiente natural, nunca tendrá sobrepeso. Nunca comerá ni beberá nada que no sea bueno para su salud. Nunca encontrará un animal fumando. Siempre hace ejercicio - observe a su gato después del desayuno, mire cómo se relaja. Y vea cómo entra en acción, mire la flexibilidad de sus miembros y la vitalidad de su cuerpo. Hemos perdido eso. Nos hemos extraviado en la mente, en nuestras ideas e ideales y en lo demás, y siempre tenemos que seguir, seguir, seguir. Tenemos un conflicto interno que los animales no tienen. Siempre nos estamos condenando a nosotros mismos y haciéndonos sentir culpables. Ustedes saben de lo que estoy hablando. Yo podría haber dicho de mí mismo lo que me dijo un amigo jesuita hace años: Llévese ese plato de dulces, porque en presencia de un plato de dulces o chocolates, pierdo mi libertad. Eso también me ocurría a mí; yo perdía mi libertad en presencia de muchas cosas, pero ya no. Me satisfago con muy poco, y lo disfruto intensamente. Cuando se disfruta intensamente, se necesita muy poco. Es como las personas que están ocupadas haciendo planes para las vacaciones; dedican meses enteros a organizarlas, y llegan al lugar, y están ansiosas sobre sus reservaciones de regreso. Pero toman fotografías, y después le mostrarán a usted el álbum de fotografías de los lugares que no vieron sino que fotografiaron. Eso es un símbolo de la vida moderna. Es imposible ponerlos en guardia con demasiado énfasis contra ese tipo de ascetismo. Disminuya la velocidad y guste y huela y oiga, y deje que sus sentidos cobren vida. Si quiere ir hacia el misticismo por el camino real, siéntese en silencio y escuche todos los sonidos que lo rodean. No se concentre en ningún sonido; trate de oírlos todos. ¡Verá los milagros que le ocurrirán cuando sus sentidos se hayan abierto! Eso es sumamente importante para el proceso de cambio.




Extracto del libro:
Despierta (charlas sobre la espiritualidad)
Anthony de Mello
Fotografía tomada de internet

viernes, 8 de noviembre de 2019

LA PÉRDIDA DEL CONTROL


Si ustedes quieren comprender el control, piensen en un niño a quien le dan a probar drogas. Cuando las drogas penetran en el cuerpo del niño, éste se convierte en adicto; todo su ser reclama la droga. Estar sin droga es un tormento tan intolerable que parece preferible morir. Piense en esta imagen: El cuerpo se ha vuelto adicto a la droga. Esto fue exactamente lo que la sociedad les hizo a ustedes cuando nacieron. No les permitió disfrutar del alimento sólido y nutritivo de la vida - es decir, del trabajo, del juego, de la diversión, de la risa, de la compañía de la gente, de los placeres de los sentidos y de la mente. Les dio una prueba de la droga llamada aprobación, aprecio, atención. 

Voy a mencionar a un gran hombre llamado A. S. Neil. Es el autor de Summerhill. Neil dice que el síntoma de que un niño está enfermo es que siempre gira alrededor de sus padres; le interesan las personas. El niño saludable no se interesa por las personas, sino por las cosas. Cuando un niño está seguro de que su madre lo ama, se olvida de su madre; sale a explorar el mundo; es curioso. Busca una rana para ponerse en la boca - ese tipo de cosa. Cuando el niño no se despega de su madre, es una mala señal; es inseguro. Tal vez la madre ha estado tratando de que el niño la quiera, no le ha dado toda la libertad y seguridad que necesita. La madre lo ha estado amenazando de muchas maneras sutiles con abandonarlo. 

De manera que nos dieron una prueba de adicción a varias drogas: la aprobación, la atención, el éxito, llegar arriba, el prestigio, ser nombrado en el periódico, tener poder, ser jefe. Nos hicieron probar cosas como ser capitán del equipo, ser el director de la banda, etc. Habiendo probado estas drogas, nos convertimos en adictos y empezamos a temer perderlas. Recuerden la falta de control que sentían, el terror ante la perspectiva del fracaso o de cometer errores, ante la perspectiva de que otros lo criticaran. De manera que usted se volvió dependiente de los demás, y perdió su libertar. Otros tienen ahora el poder de hacerlo feliz o desgraciado. Usted necesita sus drogas, pero a pesar de que detesta el sufrimiento que esto implica, usted está completamente indefenso. No hay un minuto en que, consciente o inconscientemente, usted no esté al tanto de las reacciones de otros o sintonizado con ellas y marchando al compás de sus tambores. Una bonita definición de una persona que despertó: una persona que ya no marcha al compás de los tambores de la sociedad, una persona que danza al ritmo de la música que surge de su interior. Cuando a usted no le ponen atención o no simpatizan con usted, siente un aislamiento tan intolerable que se arrastra de nuevo hacia la gente y suplica que le den la droga llamada apoyo y ánimo, seguridad. Vivir con la gente en este estado implica una tensión inacabable. "El infierno son los demás" dijo Sartre. Qué gran verdad. Cuando uno se halla en este estado de dependencia, siempre tiene que comportarse de la mejor manera; nunca puede relajarse; tiene que cumplir las expectativas. Vivir con la gente es vivir tensionado. Estar si ellas produce la agonía del aislamiento, porque la echa de menos. Uno ha perdido la capacidad de ver a los demás exactamente como son y de responderles adecuadamente, porque la percepción que tiene de ellos está distorsionada por la necesidad de obtener la droga o como una amenaza de ser despojado de ella. Conscientemente o inconscientemente, uno siempre mira a la gente con esos ojos. ¿Obtendré de ellos lo que quiero, no obtendré de ellos lo que quiero? Y si no pueden ni apoyar ni amenazar mi droga, no me interesan. Decir eso es una cosa horrible, pero me pregunto si hay alguien aquí de quien no se pueda decir esto.


Extracto del libro:
Despierta (charlas sobre la espiritualidad)
Anthony de Mello
Fotografía tomada de internet

martes, 10 de septiembre de 2019

NO DIGAMOS NADA SOBRE EL AMOR


¿Cómo describiría yo el amor? Decidí darles una de las meditaciones que estoy escribiendo en mi nuevo libro. Se la leeré despacio; mediten sobre ella a medida que la lean, porque aquí la tengo en forma abreviada, de manera que puedo leerla en tres o cuatro minutos; si no fuera así, tardaría media hora. Es un comentario sobre una frase del evangelio. Había estado pensando sobre otra reflexión de Platón: "No se puede esclavizar a una persona libre, porque una persona es libre aún en prisión". Es como otra frase del evangelio: "Si alguien te obliga a recorrer con él dos kilómetros, recorre cuatro kilómetros". Usted puede creer que me ha esclavizado poniendo sobre mi espalda una pesada carga, pero no lo ha hecho. Si una persona trata de cambiar la realidad externa estando fuera de la prisión para ser libre, realmente está prisionera. 

La libertad no está en las circunstancias externas; la libertad reside en el corazón. Cuando ustedes hayan logrado la sabiduría, ¿quién podrá esclavizarlos? De todas maneras, escuchan la frase del evangelio en que estaba pensando antes: "Él despidió a la gente, y después subió a la montaña a fin de orar a solas. Se hizo tarde y él estaba allí solo". De eso se trata el amor. ¿Se les ha ocurrido alguna vez que sólo es posible amar cuando uno está solo? ¿Qué significa amar? Significa ver a una persona , una situación, una cosa como realmente es, no como uno se imagina que es. Y responderle como merece. Es difícil decir que uno ama lo que ni siquiera ve. ¿Y qué nos impide ver? Nuestro condicionamiento. Nuestros conceptos, nuestras categorías, nuestros prejuicios, nuestras proyecciones, los rótulos que hemos adquirido de nuestras culturas y nuestra experiencia pasada. Ver es una de las cosas más difíciles para un ser humano, porque para ello se requiere una mente alerta y disciplinada. Pero la mayoría de la gente prefiere caer en la pereza mental en lugar de molestarse en ver a cada persona, a cada cosa en su momento presente, en su frescura.



Extracto del libro:
Despierta (charlas sobre la espiritualidad)
Anthony de Mello
Fotografía tomada de internet

lunes, 1 de julio de 2019

IMÁGENES VARIADAS


Hablemos más del cambio sin esfuerzo. Se me ocurrió una bonita imagen para eso, un bote a vela. Cuando un viento poderoso empuja la vela de un velero, éste se desliza sin esfuerzo, de manera que el piloto no tiene que hacer nada sino dirigirlo. No hace ningún esfuerzo; no empuja el bote. Ésa es una imagen de lo que sucede cuando el cambio ocurre por medio de la consciencia, por medio de la comprensión.

Estuve mirando algunas de mis notas y encontré algunas citas que se acomodan a lo que he dicho. Escuchen la siguiente: "No hay nada más cruel que la naturaleza. En todo el universo no hay posibilidad de escapar de ella, y, sin embargo, no es la naturaleza la que hace daño, sino el propio corazón de la persona". ¿No tiene eso sentido? No es la naturaleza la que hace daño, sino el propio corazón de la persona. Hay una historia sobre un irlandés que se cayó de un andamio y se golpeó.

Le preguntaron:

-¿Te dolió la caída?

Y él dijo:

- No, no me dolió la caída sino la parada. Cuando se corta el agua, el agua no se lastima; cuando se corta algo sólido, se rompe. Usted tiene en su interior actitudes sólidas; tiene ilusiones sólidas; eso es lo que se golpea contra la naturaleza, ahí es donde su corazón se lastima, de ahí proviene el dolor.

He aquí una historia muy hermosa: Es de un sabio oriental,, aunque no recuerdo quién. Lo mismo que con la Biblia, no importa el autor. Lo que importa es lo que se dice: "Si el ojo no está obstruido, se tiene la visión; si el oído no está obstruido, el resultado es que se oye; si la nariz no está obstruida, el resultado es el sentido del olfato; si la boca no está obstruida, el resultado es el sentido del gusto; si la mente no está obstruida, el resultado es la sabiduría".

La sabiduría llega cuando usted descarta las barreras que ha erigido con sus conceptos y su condicionamiento. La sabiduría no es algo que se adquiera ; la sabiduría no es la experiencia; la sabiduría no es aplicarles a los problemas de hoy las ilusiones de ayer. Como me dijo alguien cuando yo estaba estudiando para obtener mi grado de psicología en Chicago, hace muchos años: "Con frecuencia en la vida de un sacerdote, cincuenta años de experiencia es un año de experiencia repetido cincuenta veces". Usted tiene en reserva las mismas soluciones: Así es como se debe tratar a los alcohólicos; así es como se debe tratar a los sacerdotes; así es como se debe tratar a las religiosas; así es como se debe tratar a una divorciada. Pero eso no es sabiduría. La sabiduría es ser sensible a esta situación, a esta persona, sin influencias del pasado, sin rastro de la experiencia del pasado. Esto no es exactamente lo que la mayoría de las personas están habituadas a pensar: Yo agregaría otra sentencia: "Si el corazón no está obstruido, el resultado es el amor". Durante estos días he hablado mucho del amor, aunque les dije que sobre el amor no se puede realmente decir nada. Solamente podemos hablar de las adicciones.

Pero sobre el amor mismo no se puede decir nada explícitamente.



Extracto del libro:
Despierta (charlas sobre la espiritualidad)
Anthony de Mello
Fotografía tomada de internet

lunes, 6 de mayo de 2019

SEAMOS REALES


En la india tuvo lugar un día especial en mi vida. Fue en realidad un gran día, el día después de mi ordenación. estaba confesando. En nuestra parroquia teníamos a un sacerdote jesuita muy santo, un español, a quien yo conocía desde antes de ingresar al noviciado. La víspera de irme para el noviciado, pensé que lo mejor era aclarar todo de manera que cuando llegara al noviciado estuviera limpio de todo y no tuviera que contarle nada al maestro de novicios. Solía haber largas colas de gente esperando para confesarse con este viejo sacerdote español. Tenía un pañuelo de color violeta con el cual se cubría los ojos y murmuraba algo, le imponía a uno la penitencia y lo despedía. A mí me había visto solamente un par de veces, y me decía Antonie. De manera que hice la cola y cuando me llegó el turno, traté de cambiar mi voz mientras me confesaba. Me escuchó pacientemente, me impuso la penitencia, me absolvió, y luego me dijo: "Antonie, "cuándo te vas para el noviciado?" 

Bueno, de todas maneras, fui a esa parroquia al día siguiente de mi ordenación, y el anciano sacerdote me dijo: 

-¿Quieres confesar? 

Yo le contesté 

-Está bien. 

-Siéntate en mi confesionario. 

Yo pensé: 

"¡Caramba!, yo soy un santo. Voy a sentarme en su confesionario". Confesé durante tres horas. Era Domingo de ramos y con motivo de pascua había mucha gente. Terminé deprimido, no por lo que había oído, porque ya lo esperaba, y, al comprender algo de lo que ocurría en mi propio corazón nada me escandalizaba. ¿Saben qué fue lo que me deprimió? Darme cuenta de que le estaba diciendo a la gente todos esos piadosos lugares comunes: "Rézale a la Madre Bendita, ella te ama", y "recuerda que Dios está de tu lado". ¿Eran estos piadosos lugares comunes una cura para el cáncer? Y la falta de consciencia y realidad con la que me enfrento es un cáncer. De manera que ese día me juré a mí mismo: "Aprenderé, aprenderé, de manera que cuando todo concluya no me digan: "Padre, lo que me dijo era absolutamente cierto pero totalmente inútil". 

Consciencia, visión. Cuando ustedes sean expertos (y pronto serán expertos) no necesitarán hacer un curso de psicología. Cuando empiecen a observarse a ustedes mismos, a vigilarse a ustedes mismos, a identificar esos sentimientos negativos, encontrarán su propia manera de explicarlo, y se darán cuenta del cambio. Pero entonces tendrán que vérselas con el gran villano, y ese villano es la autocondenación, el odio a sí mismo, la insatisfacción consigo mismo.



Extracto del libro:
Despierta (charlas sobre la espiritualidad)
Anthony de Mello
Fotografía tomada de internet

jueves, 11 de abril de 2019

NO EMPUJAR


La meditación y la imitación externa del comportamiento de Jesús no sirven. No se trata de imitar a Cristo, se trata de convertirse en lo que Jesús era. Se trata de convertirse en Cristo, de ser consciente, de comprender lo que sucede en usted. Todos los otros métodos que usamos para cambiar podrían compararse con empujar un automóvil. Supongamos que tenemos que viajar a una ciudad distante. Por el camino el automóvil se descompone. Qué lástima; el automóvil se descompuso. De manera que nos remangamos y empezamos a empujar el automóvil. Y empujamos, y empujamos, y empujamos, hasta que llegamos ala ciudad distante. "Bueno" decimos, "Lo logramos". Y después empujamos el automóvil ¡hasta otra ciudad!Ustedes dicen: "bueno, llegamos, ¿no es verdad?" Pero ¿a eso llaman ustedes vida? ¿Saben lo que necesitan? Necesitan un experto, un mecánico que levante la tapa y cambie el sistema de encendido. De modo que cuando ustedes muevan la llave del encendido, el automóvil se mueva. Ustedes necesitan al experto 

- Necesitan comprensión, visión, consciencia - no es necesario que empujen. No se necesita ningún esfuerzo. Por eso la gente se cansa tanto, se fatiga. A ustedes y a mí nos prepararon para estar insatisfechos con nosotros mismos. Psicológicamente de ahí proviene el mal. Siempre estamos insatisfechos, siempre estamos descontentos, siempre estamos empujando. Continúen, hagan más esfuerzo, más y más esfuerzo. Pero siempre hay ese conflicto interior; hay muy poca comprensión.




Extracto del libro:
Despierta (charlas sobre la espiritualidad)
Anthony de Mello
Fotografía tomada de internet

martes, 29 de enero de 2019

LA VISIÓN Y LA COMPRENSIÓN


Pero ¿qué implica cambiarse a sí mismo? Lo he dicho en muchas palabras, una y otra vez, pero ahora voy a descomponerlo en pequeños segmentos. Primero, visión. No el esfuerzo, no el cultivo de hábitos, no un ideal. Los ideales hacen mucho daño. Todo el tiempo usted está concentrado en lo que debe ser en lugar de concentrarse en lo que es. Y así está imponiendo lo que debe ser a una realidad presente. Les daré un ejemplo de visión de mi propia experiencia como consejero. Un sacerdote me busca y me dice que es perezoso; quiere ser más industrioso, más activo, pero es perezoso. Le pregunto qué quiere decir "perezoso". En los viejos tiempos le habría dicho: "Veamos: ¿Por qué no hace una lista de las cosas que usted quiere realizar todos los días, y por la noche la comprueba? Eso le hará sentirse bien; así puede adquirir el hábito". O podría decirle: "¿Quien es su ideal, su santo patrono?" Y si dijera que San Francisco Javier, le diría: "Mire como trabajó Francisco Javier. Usted debe meditar sobre él y eso lo pondrá en movimiento". Ésa es una forma de actuar, pero siento decir que es superficial. Hacer que él use su fuerza de voluntad, que haga esfuerzo, no dura mucho. Su comportamiento puede cambiar, pero él no cambia. 

De manera que ahora me voy en otra dirección. Le digo: 

-¿Perezoso? ¿Qué es eso? Hay un millón de variedades de pereza. Miremos cuál es su tipo de pereza. Dígame que significa perezoso para usted. 

Me dice: 

- Bueno, yo nunca termino nada. No me dan deseos de hacer nada. 

-¿Es decir, desde el momento en que se levanta por la mañana? 

- Sí. Me despierto por la mañana, y no hay nada por lo cual valga la pena levantarme. 

Entonces, ¿está deprimido? 

- Podría decirse que sí. Es como si estuviera en retirada. 

-¿Siempre ha sido así? 

- Bueno, no siempre. Cuando era más joven, era más activo. Cuando estaba en el seminario, estaba lleno de vida. 

-Entonces, ¿cuándo empezó eso? 

-Ah, hace unos tres o cuatro años. 

Le pregunto si algo sucedió en ese entonces. Lo piensa un rato. Le digo: 

-Si tiene que pensarlo tanto, no puede haber sucedido algo muy especial hace cuatro años. ¿Qué tal el año anterior? 

-Ese año me ordené 

-¿Sucedió algo el año de su ordenación? 

-Hubo un pequeño incidente, el examen final de teología; no lo aprobé. Fue una desilusión, pero ya lo superé. El obispo pensaba mandarme a Roma para que después enseñara en el seminario. La idea me gustaba, pero como no aprobé el examen, cambió de opinión y me mandó a esta parroquia. Realmente, hubo algo de injusticia porque... 

Estaba agitado; había allí una ira de la que no se había recuperado. Tiene que solucionar esa desilusión. Es inútil echarle un sermón o darle una idea. Tenemos que lograr que se enfrente con su ira y su desilusión y que de ello obtenga algo de visión. Cuando sea capaz de solucionar todo eso, tendrá vida de nuevo. Si yo lo exhortara y le dijera que sus hermanos y hermanas casados trabajan mucho, eso solamente lo haría sentirse culpable. no tiene la visión de sí mismo que lo va a curar. De manera que eso es lo primero. 

Hay otra gran tarea: la comprensión. ¿Usted pensaba realmente que esto lo iba a hacer feliz? Simplemente suponía que lo iba a hacer feliz. ¿Por qué quería usted enseñar en el seminario? Porque quería ser feliz. Usted creía que ser profesor, tener un cierto status y prestigio lo haría feliz. ¿Sí sería así? Aquí se requiere comprensión. 

Al hacer la distinción entre "yo" y "mi", es muy útil desidentificar lo que está sucediendo. Les daré un ejemplo de este tipo de cosa: Un joven jesuita vino a verme; era un hombre amable, extraordinario, talentoso, encantador, simpático - todo. Pero tenía un extraño problema. Los empleados le tenían terror. Hasta se supo que en ocasiones los había agredido. Eso estuvo a punto de convertirse en un caso de policía. Siempre que lo encargaban de los jardines, de la escuela, o de lo que fuera, se presentaba este problema. Hizo un retiro espiritual de treinta días en lo que los jesuitas llamamos la Tercera Probación. Meditó día tras día sobre la paciencia y el amor de Jesús por los menos privilegiados, etc. Pero yo sabía que eso no iba a producir ningún efecto. De todos modos, regresó a casa, y las cosas mejoraron por tres o cuatro meses (Alguien dijo que empezamos los retiros en el nombre del Padre, del hijo y del Espíritu Santo, y que los terminamos como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos, amén) Después de ese lapso, volvió a ser como al principio. De manera que vino a verme. En esa época yo estaba muy ocupado. Aunque él había venido de otra ciudad de la India, yo no podía recibirlo. De modo que le dije: "Voy a dar mi caminata vespertina; si quiere acompañarme, está bien, pero no dispongo de más tiempo". Entonces fuimos a dar una caminata. Yo ya lo conocía, y mientras caminábamos, tuve una extraña sensación. Cuando tengo estas sensaciones extrañas, generalmente las verifico con la persona implicada. De manera que le dije: 

- Tengo la extraña sensación de que usted me oculta algo ¿Así es? 

Se indignó. Me contestó: 

-¿Qué quiere decir por "oculta" algo? ¿Usted cree que yo hice este largo viaje para pedirle a usted algún tiempo a fin de ocultarle algo? 

Le manifesté: 

- Es una extraña sensación que tuve, eso es todo; pensé que lo mejor era verificarla con usted. 

Seguimos caminando. No lejos de donde vivo hay un lago. Recuerdo la escena claramente. Me dijo: 

-¿Podríamos sentarnos en alguna parte? 

- Muy bien - le respondí 

Nos sentamos en un pequeño muro que bordea el lago. 

- Usted tiene razón. le estoy ocultando algo - me dijo, y rompió a llorar. Luego agregó: - Le voy a contar algo que no le he dicho a nadie desde que soy jesuita. Mi padre murió cuando yo era muy joven, y mi madre se convirtió en una sirvienta. Ella lavaba orinales, retretes y baños, y a veces trabajaba dieciséis horas diarias para conseguir con qué sostenernos. Eso me avergüenza tanto que lo he ocultado a todo el mundo, y sigo vengándome, irrazonablemente, de ella y toda la clase trabajadora. 

El sentimiento se transfirió. Nadie podía comprender por qué este hombre encantador se comportaba de esta manera, pero en el momento en que él lo vio, nunca más hubo problemas, nunca más.



Extracto del libro:
Despierta (charlas sobre la espiritualidad)
Anthony de Mello
Fotografía tomada de internet
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