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miércoles, 20 de septiembre de 2017

EL VERDADERO INVITADO


No puedes imaginar el silencio, no puedes ima­ginar la belleza, no puedes imaginar el sabor que tiene estar absolutamente solo, sin que nadie pue­da acceder a ti, sin que nada te alcance. No pue­des comprender la bendición, la dicha que se pro­duce. Sigue volviéndote hacia adentro, y llega al punto en que ni un solo pensamiento pueda apa­recer ni visitarte. 

Llega al punto en que sólo quede el dueño de casa, sin que vengan huéspedes. Sólo entonces, el verdadero invitado golpeará a tu puerta. Sólo entonces Dios, sólo entonces el estado de nirvana, la iluminación, la suprema luz, la verdad, o como quieras llamarlo, golpeará a tu puerta. Cuando no estás disponible para el mun­do, estás disponible para Dios.

jueves, 14 de septiembre de 2017

FLORECIMIENTO


Éxtasis
Moksha 
Transformación 
Sannyas (movimiento de los buscadores de la verdad)

La sannyas no puede categorizarse. No es una categoría. Es de una cualidad de ser tan diferente que no existe categoría para ella. No se la puede analizar, no se la puede separar en fragmentos. No es un mecanismo: no pue­des desarmarlo, separar las piezas y volver a juntarlas. No; es una unidad orgánica. Si la ana­lizas, deja de estar allí y ya nunca podrás volver a armarla; es imposible. La sannyas es una fuer­za vital: orgánica, igual que una flor. Analiza la flor, sácale cada pétalo, arráncalo, examínalo, quédate satisfecho por haber investigado y, después, intenta volver a armar la flor. Para en­tonces, la flor ya no existe, los pétalos han muerto y jamás se los podrá volver a colocar en la misma forma, porque no era un mecanismo; era una unidad orgánica.

Sannyas es un florecimiento, un florecimien­to de la conciencia humana: así como las flores que nacen en un árbol muestran que el árbol ha llegado a un acabamiento y que, más tarde o más temprano, los frutos surgirán. Las flores son sólo indicadores de que el árbol está pre­parado para dar frutos. El árbol está listo, está satisfecho. Las flores son como el éxtasis que el árbol experimenta antes de empezar a dar fru­tos: porque la fruta da cuenta de la satisfacción. El árbol ha llegado a su punto máximo, a su clímax; ha llegado al crescendo de su ser. Está feliz, lo disfru­ta (su vida no fue inútil: ahora vendrán los frutos). El árbol se siente extático y da flores.

domingo, 6 de agosto de 2017

SÉ UN GUERRERO


Meditación 
Misterio 
Problema 
Unidad 
El yo

Meditación significa: disuélvete ante ese misterio, aniquílate ante ese misterio, dispérsate ante ese misterio. Deja de existir y deja que el misterio sea tan total que te absor­ba. Y de repente una nueva puerta se abre y se obtiene una nueva percepción. De repente, el mundo terrenal de la división, de la separación, ha desaparecido, y un mundo diferente, com­pletamente diferente, de unidad, aparece ante ti. Todo pierde sus límites. Todo está con otras cosas, no está separado del resto, sino que for­ma unidades.

Esto sólo se puede lograr si haces algo con­tigo. Si debes resolver un problema, tienes que hacer algo con él. Debes encontrar una clave, una pista. Tienes que trabajar en el problema; tienes que moverte en un laboratorio: debes ha­cer algo. Si debes encontrar un misterio, tienes que hacer algo contigo; con el misterio no se puede hacer nada.

Somos impotentes frente a un misterio. Ésta es la razón por la cual nos la pasamos transfor­mando los misterios en problemas, porque con los problemas podemos hacer algo, sentimos que tenemos el control. Con los misterios, somos impotentes: no podemos hacer nada. Con los misterios, nos enfrentamos a la muerte y no hay control posible.

lunes, 24 de julio de 2017

ENCUENTRO


El yo
No individualidad 
Vacío

Yo no existo y, si durante un momento tú tampoco estás allí, se producirá un en­cuentro: dos vacíos se unirán. Recuerda: sólo dos vacíos pueden encontrarse; no hay otra fu­sión posible. Siempre que hay una unión, se trata de dos vacíos fusionándose.

El yo es muy sólido, demasiado sustancial para fusionarse. Entonces, puedes luchar, cho­car, pero no puedes reunirte con otro. Puedes pensar que ese choque entre dos voces es una reunión; y es una especie de reunión: se juntan, pero nunca están realmente juntos. Se encuen­tran y aun así no se encuentran. Se tocan uno al otro y aun así permanecen intactos. Tu vacío interior permanece como tierra virgen: no ha si­do penetrado.

Pero, cuando el yo no está allí, cuando no sientes mucho "yo", cuando no estás pensando para nada en ti, eso es lo que Buda llama anat­ta: no individualidad. Fue muy mal interpretado. En la india la gente hablaba de atman: el sí mis­mo, el sí mismo supremo. Todo el mundo bus­caba el supremo sí mismo, la forma de transfor­marse en el sí mismo fundamental. Y entonces viene Buda y dice que no hay sí mismo que al­canzar y que es mejor la no individualidad. Su enseñanza no podía ser aceptada. Buda fue ex­pulsado de su país. No se lo aceptaba en ninguna parte. Un Buda siempre es expulsado. Adondequiera que vaya, lo expulsarán, pues te golpea tan profundamente que no puedes tolerarlo. Dice que no existes.

lunes, 10 de julio de 2017

TU ELECCIÓN

Yo 
Unidad 
Dicha 
Causa-efecto

Así que la clave es ésta: separarse en tan­to yo es el fundamento de toda desdicha. Ser uno, quedarse flotando junto a lo que la vida nos depare, permanecer en eso tan in­tensamente, de manera tan absoluta que ya no existas: te pierdes, y entonces todo es dicha. Hay allí una elección, pero hasta has perdido conciencia de esta elección. Has estado eli­giendo mal tan permanentemente, se ha trans­formado hasta tal punto en un hábito muerto, que simplemente lo eliges en forma automáti­ca. No queda lugar para la elección.

Mantente atento: en cada momento, cuando estés por elegir ser desdichado, recuerda que es tu elección. Hasta saber esto ayuda: la concien­cia de que se trata de mi elección, de que yo soy el responsable, de que esto es lo que estoy haciendo, que es mi acción. De inmediato, uno percibe una diferencia. La cualidad de la mente cambia: se torna más fácil para uno avanzar ha­cia la felicidad.

Y, una vez que sabes que es tu elección, to­do se transforma en un juego. Entonces, si ado­ras ser infeliz, hazlo, pero recuerda que es tu elección y no te quejes. Nadie más que tú es responsable de ello. Es tu drama. Si te gusta así, si te gusta el camino de la desdicha, si quieres ir por la vida sintiéndote infeliz, es tu elección, es tu juego. Si estás jugándolo, ¡juégalo bien!

miércoles, 5 de julio de 2017

ACEPTACIÓN


Absorción 
Libertad 
Plegaria 
Divinidad 
Totalidad

El todo es naturaleza. Digo el todo: no só­lo los árboles, no sólo las nubes. El todo. Sea lo que sea lo que sucedió, ocurrió a causa de la naturaleza. No hay nada que no sea natu­ral: no puede haberlo pues, de ser así, ¿cómo se habría producido? Todo es natural. Entonces, no crees una división: esto es natural y esto no lo es. Sea lo que sea, es natural. Pero la mente se maneja con distinciones, con divisiones. No permitas divisiones; acepta lo que sea, y acép­talo sin analizarlo.

Ya sea que estés en el mercado o en las co­linas, estás en la misma naturaleza. En algunos sitios, la naturaleza ha tomado forma de colinas y árboles; y, en otros sitios, se ha transformado en tiendas comerciales.

Una vez que conoces el secreto de la acepta­ción, hasta el mercado se torna hermoso. El mercado tiene cierta belleza: la vida que reina en él, la actividad, la hermosa locura que circu­la a su alrededor. ¡Tiene su belleza propia! Y re­cuerda: las colinas no serían tan hermosas si no existieran los mercados. Las colinas son tan be­llas y silenciosas porque existe el mercado co­mercial. Éste les aporta silencio a las colinas.

martes, 27 de junio de 2017

REVELACIÓN DE LO DIVINO


Divinidad 
Búsqueda 
Revelación 
El yo

Lo divino está aquí, y nunca lo encuentras. Quien busca nunca encuentra.

Eso no quiere decir que no debas buscar. De­berás hacerlo en un comienzo; no hay otra vía. Al comienzo, debes buscar; debes buscar y ha­cer todos los esfuerzos que puedas. Sólo ha­ciendo todos los esfuerzos y transformándote en un fanático buscador, llegarás a darte cuen­ta de que sólo se producirá cuando tengas una mentalidad de no búsqueda.

A veces, mientras descanses, vendrá a ti. A veces, mientras duermas, se te presentará. A ve­ces, mientras camines por la calle, allí estará. A veces, mientras contemples el amanecer (sin hacer nada más que estar en una pasiva obser­vación), mientras mires el sol que se asoma o la luna que brilla en el lago en una noche fría, o una flor que abre sus pétalos, y tú no eres más que una conciencia pasiva... No es necesario nada de tu parte. Cuando una flor se abre, no necesita que la ayudes.

Hay gente tonta que tratará de ayudar. Des­truirán toda la belleza de la flor, y además la flor nunca se abrirá realmente. Aun si la fuerzas para que se abra, será una flor cerrada. No se produjo su florecimiento; fue algo forzado. Nunca florece algo a la fuerza. No es necesario que ayudes a que salga el sol. Hay gente que cree que se necesita su colaboración. Es gente que hace mu­cho daño, mucho daño, por suponer que su ayuda es nece­saria en todas partes.

lunes, 19 de junio de 2017

EL CAMINO


Maestro 
Discípulo 
Meditación 
Tiempo

Cada vez que un discípulo está preparado, el maestro lo llama y le dice: Ahora, ¡ve! El discípulo no necesita que se lo anuncien; si necesita anunciarlo, es porque no está prepara­do, porque el yo está allí.

Pero depende. No todo discípulo está prepa­rado en diez años; algunos ni siquiera lo esta­rían en diez vidas, y otros estarán listos en diez segundos. No es algo mecánico. Depende de la calidad, de la intensidad de la conciencia del discípulo. A veces se da: basta una mirada del maestro, y el discípulo está listo. Si está abierto, si no hay barrera, si se ha abandonado, enton­ces un solo momento alcanza. Ni siquiera eso es necesario, porque la cosa se produce por fuera del tiempo.

Pero, si estás calculando, pensando cuándo sucederá, porque crees que ya has esperado bastante -pasó un año, pasaron dos años, pa­saron diez años y esperas, mientras nada suce­de (calculas por dentro)-, entonces estás perdiendo el tiempo. Un discípulo debe abandonar la conciencia del tiempo. El tiempo pertenece al yo; corresponde a la mente. La meditación no tiene tiempo.

sábado, 10 de junio de 2017

SILENCIO VIVO


Unidad 
Silencio 
Mente 
Opuestos 
Energía

La mente se mueve en forma lineal, simple, directa. Nunca va hacia el polo opuesto. Rechaza los opuestos. Cree en la uni­dad, mientras que la vida cree en la dualidad. Por eso, todo lo que la mente crea siempre eli­ge la unidad. Si la mente elige el silencio, si la mente se hartó de todo el ruido generado por la vida y decide permanecer en silencio, la mente se va al Himalaya. Quiere estar en silen­cio. No quiere saber nada con ningún tipo de ruido. Hasta el canto de los pájaros la perturba, y una brisa que atraviesa los árboles es una mo­lestia. La mente quiere silencio. Ha optado por lo lineal; entonces, debe negar completamente al opuesto. Pero este hombre que vive en el Hi­malaya, buscando el silencio, evitando lo otro, el opuesto, se transformará en un muerto, segu­ro que se aburrirá. Y, cuanto más elija el silen­cio, tanto más se aburrirá, porque la vida nece­sita de la oposición, del desafío de la oposición. Hay un tipo diferente de silencio que existe entre dos opuestos. El primero es un silencio muerto, el silencio de los cementerios. Un hom­bre muerto está en silencio, pero no querrías ser un muerto. Un hombre muerto está en un silencio absoluto: nadie puede molestarlo. Su concentración es perfecta: no puedes hacer na­da que distraiga su mente. Su mente está absolutamente inmóvil. Aun si todo el mundo a su alrededor se enloquece, no perderá su concentración. Pero igual no que­rrías ser un muerto. Silencio, concentración, o como se lla­me, no te gustaría ser un muerto, porque cuando estás en silencio, una vez muerto, este silencio no significa nada.

El silencio debe producirse cuando estás absolutamente vivo, vital, burbujeante de vida y energía. Entonces, el si­lencio adquiere mucha importancia. Pero entonces el silen­cio será de una cualidad diferente, absolutamente diferen­te. No será aburrido, será un silencio vivo. Será un sutil equilibrio entre dos polaridades.

lunes, 5 de junio de 2017

SILENCIO VERDADERO

Maestro 
Revelación
Silencio 
Mente

Nuestro silencio es igual a la paz que se produce entre dos guerras. No es realmente la paz, sino la preparación para la próxi­ma guerra. ¿Cómo puede ser paz la que se inter­pone entre dos guerras? La guerra simplemente se produce en forma velada; es una guerra fría, y no la paz. Nuestro silencio es de este tipo.

Entonces, coméntale al maestro: "No puedo quedarme callado y no puedo hablar; dime qué hacer."

No te lances solo, pues hagas lo que hagas estará mal. El diálogo o el silencio, hagas lo que hagas estará mal. Déjalo en las manos del maes­tro y pregúntale qué se supone que debes ha­cer. Si te dice que hables, hazlo. Si te dice que te calles, trata de permanecer en silencio. Él sa­be y sólo te pedirá lo que te resulte posible.

Finalmente te pedirá lo imposible, pero nun­ca al comienzo. Te pedirá lo imposible al final, porque entonces también se habrá vuelto posi­ble. Pero, al comienzo, sólo pedirá lo posible. Poco a poco, te empujará hacia el abismo final donde se produce lo imposible. Si dice que ha­bles, hazlo. Entonces, hasta tu charla servirá. Pero entonces en verdad no estarás preguntan­do, sino hablando a modo de catarsis. Estás sa­cando tu mente afuera, estás exponiendo tu mente. Te estás abriendo. No estás preguntan­do, sino que te estás exponiendo. Esta exposición servirá. Te aliviarás de un gran peso.

jueves, 25 de mayo de 2017

MIRADA INOCENTE


Realidad 
Autenticidad 
Maya 
Mente 
Ciencia 
Meditación 
Inocencia 
Sannyas 
Moksha

Puedes llegar a lo real sólo si eres auténti­co. Si eres falso, nunca podrás acceder a lo real. Si no eres auténtico, el mundo que ves será irreal, pues lo irreal únicamente puede co­nectarse con lo irreal. Tú eres irreal; por eso el mundo es ilusorio, un maya. Si eres real, el mun­do desaparece: se vuelve divino, se vuelve real. La palabra "maya" es hermosa. Significa "aquello que puede ser medido". Maya alude a lo que puede ser medido. La mente es el fenómeno de medida: permanentemente mide co­sas, traza mapas, analiza. La mente trata de me­dirlo todo. Por eso los hindúes llaman al mun­do maya: porque es aquello que puede ser me­dido por la mente.

¿En qué consiste tu ciencia? Nada más que en medir. Los hindúes denominan a la ciencia avídya. No la llaman conocimiento, sino anticonocimiento. No es verdadero saber, porque aquello que es real no puede ser medido. Es inconmensurable, infinito: no tiene principio ni fin. Lo real es inconmensurable; lo irreal es mensurable. Y con la medida vienen la razón y la lógica. Con lo inconmensurable, la lógica cae, y cae la razón. La mente es muy hábil y as­tuta: ha creado el mundo de la ilusión.

Entonces, ¿qué es un sannyasín? No es una mente; por el contrario, es inocente. Es tan inocente como un niño recién nacido: sin pasado, sin idea del futuro. Un sannyasin, en todo momento, es un niño re­cién nacido. Éste es el proceso: en todo momento, se re­siste al pasado. Todo lo que haya pasado, lo deja de lado, lo abandona, porque es algo muerto, sólo polvo; no es ne­cesario cargar con él. Se limpia y vuelve a renovar su es­pejo. Permanentemente, limpia su espejo. Llamo medita­ción a esta limpieza.

viernes, 19 de mayo de 2017

CONOCE TU SER


Meditación 
Iluminación 
Trascendencia 
Mente

La meditación no puede ser una parte. O bien es todo, o no es. Es una ocupación de veinticuatro horas. No puedes hacerla y de­jarla. No es un fragmento, como ir a la iglesia o al templo, meditar algunos minutos y después terminar con eso. No es un acto que puedas ejecutar y luego dejarlo. No es un acto; eres tú. ¿Cómo puedes hacerlo y terminar? Es por vein­ticuatro horas. La meditación es un modo de vi­da. No es una actividad; es tu ser mismo. Tiene que ser constante, tiene que ser continua; tiene que serlo. Mientras estás caminando, comiendo, o incluso cuando estás durmiendo, tiene que estar allí. Debe transformarse en una continui­dad cristalizada. Sólo entonces se produce la iluminación; nunca antes.

Un meditador real se vuelve auténticamente un forastero. Se queda fuera. Se queda a una distancia tan grande que puede observarse a sí mismo como si estuviera observando a otra per­sona. Las preocupaciones estarán allí, igual que las olas están en la superficie del océano, pero en las capas más profundas del océano no hay olas. Si te identificas con las olas, habrá proble­mas. Esta identificación es la causa radical de toda desdicha. Cuanto más te alejas, más se di­suelve la identificación: se quiebra, cae. De re­pente, estás en el mundo pero no eres parte del mundo. De repente, has trascendido.

domingo, 14 de mayo de 2017

LA BÚSQUEDA DE DIOS


Conciencia
Armonía 
El yo 
Desprendimiento

Supe que Mulla Nasruddin fue al banco. El banco festejaba el centenario de su fun­dación; por lo tanto, se proponía entregar al primero que llegara muchos regalos: un auto­móvil, un televisor, esto y aquello, y un cheque por mil rupias. Por casualidad, entró Mulla Nas­ruddin. Se lo premió, se lo fotografió, se lo entrevistó y se lo llenó de regalos: dinero en efec­tivo, un televisor y un automóvil que estaba es­tacionado afuera. Cuando todo esto hubo termi­nado, dijo:

-Ahora, ¿terminaron con todo esto? Así pue­do seguir mi camino.

Le preguntaron adónde iba.

-Al departamento de quejas -respondió. Había ido al banco para quejarse, pues inclu­so todo lo sucedido no tendría que haber pasa­do. No podía dejar de lado su queja.

El yo siempre se dirige al departamento de quejas. Lo que pasa carece de significado pues, incluso si Dios llegara a ti, le dirías: "Es­pera, déjame buscar el libro de quejas." El yo siempre se dirige al libro de quejas; nada logra satisfacer al yo.

martes, 9 de mayo de 2017

TODOS LOS SANTOS SON HERMOSOS


Luz interior 
Gracia 
Divinidad 
Belleza 
Meditación

Todos los santos son hermosos. No es que sus cuerpos sean siempre hermosos, no. Pero están llenos de un arrobamiento descono­cido que te roza, una gracia que inunda el me­dio que los rodea. Generan su propio clima y, estén donde estén, de repente uno siente que el clima ha cambiado. Y es una fuerza tan intensa que no puedes mirar a sus cuerpos; sus cuerpos simplemente desaparecen, su carácter incorpóreo es demasiado.

Tu cuerpo se ve porque no hay en él carác­ter incorpóreo. Eres sólo el cuerpo; nada lo ilu­mina desde dentro. Eres como una lámpara apagada; por lo tanto, sólo se ve la lámpara. Cuando aparece la luz, te olvidas de la lámpa­ra; cuando la luz sale de ella, ¿a quién le impor­ta la lámpara? Y, si la luz es demasiada, ni si­quiera puedes ver la lámpara.

Todos los santos son hermosos. Todos los ni­ños son hermosos. Fíjate en el hecho de que to­do niño nace hermoso; no puedes encontrar un niño feo. Es muy, muy difícil encontrar un niño feo. Todos los niños nacen hermosos. ¿Qué sale mal después? Porque, después, no todas las per­sonas son lindas. Todos los niños nacen con gra­cia, pero después algo sale mal; en algún punto, el crecimiento se detiene y todo se vuelve feo.

miércoles, 26 de abril de 2017

LA IMPACIENCIA


Iluminación 
Éxtasis 
Tensiones 
Objetivos

Te contaré una breve anécdota hindú. Sucedió que un mensajero se dirigía hacia Dios y pasó por donde estaba un anciano muy ascético, viejo, muy viejo, sentado debajo de un árbol, meditando. Éste lo miró y le dijo: -Espera, ¿vas hacia Dios? Pregúntale por mí. Ha pasado demasiado tiempo. He realizado mi­les de esfuerzos, y ya los he repetido durante tres vidas; pregúntale cuánto tiempo más tendré que esperar.

Cuando uno pregunta cuánto tiempo más tendrá que esperar, está impaciente, está apura­do. Y con Dios nada se logra con apuro, por­que Él no está apurado. Él no tiene problemas de tiempo: es eternidad.

El mensajero le respondió:

-Sí, preguntaré.

Y, sólo por hacer una broma, le preguntó a otro hombre joven que bailaba debajo de otro árbol y dirigía oraciones cantadas a Dios. Le preguntó:

-¿A ti también te interesa saber cuánto tiem­po más te llevará ser iluminado?

El joven ni siquiera se inmutó; ni siquiera se detuvo y no dejó de bailar.

El mensajero regresó. Le dijo al viejo:

-Le pregunté y Dios respondió: "Tres vidas más." El viejo tiró su rosario y dijo:

-¡Lo suficiente es suficiente! ¿Es justo esto? He estado continuamente desperdiciando mi vida durante tres vidas, y ahora, ¿tres vidas más?... ¡Esto es demasiado!

lunes, 24 de abril de 2017

PROFUNDIDAD


Silencio 
Interioridad 
Superficialidad 
Viaje 
Horizontalidad 
Verticalidad
Cruz cristiana

Debes sentarte, en silencio y buscar los sitios remotos de tu interior.

Eres un universo vasto, recuerda. La superficie que tú has dado por descontado que eres es sólo el comienzo, la entrada. Si estás hablando en la entrada, esto se debe a ti. Hay rincones remotos dentro de la casa. Mucha gente pasa toda su vida en la entrada, junto al camino: el mercado, la familia, los objetos, el prestigio, la política. Vives en la superficie. ¿Cómo puedes volverte hacia tu interior? Primero, deja de viajar.

Hay dos movimientos de energía, solamente dos. La energía tiene sólo dos dimensiones: una es horizontal y la otra vertical, igual que la cruz cristiana. Y la cruz cristiana es, en verdad, el símbolo de esto. Una es horizontal: vas de un pensamiento a otro, de A a B, de B a C, en forma horizontal. Después, hay otro movimiento de la energía: no vas de A a B, te metes más profundamente en A, de A1 a A2, a A3; te metes más profundamente, o en forma vertical, o más alta, pues todas estas denominaciones aluden a lo mismo.

martes, 18 de abril de 2017

SEGUNDA INFANCIA


Sabiduría 
Conocimiento
Inocencia 
Ignorancia

La sabiduría es una respuesta, una res­puesta fresca al momento; el conocimien­to es algo viejo, deteriorado, recolectado. No respondes al momento; traes el pasado, el re­cuerdo, a ti, y reaccionas a través de él. La sabiduría es una respuesta, y el conocimiento, una reacción. Tú ya tienes la respuesta; pero una respuesta preparada antes de que surja la pregunta no es sabiduría. Un niño es sabio por­que carece de conocimiento. Tiene que mirar a su alrededor, tiene que sentir, tiene que pensar, tiene que responder: no sabe.

Se dice (es un mito cristiano) que, cuando Je­sús llegó al mar, éste se transformó en vino ro­jo. Los teólogos cristianos han intentado expli­carlo: ¿cómo puede el mar transformarse en vi­no rojo? Han tenido muchas dificultades, se han confundido, y todavía no han encontrado res­puesta alguna. Pero un niño pequeño halló la respuesta, y ese niñito fue lord Byron, quien más tarde se hizo famoso como un gran poeta. Era un niño pequeño que iba a la escuela cuan­do se planteó la pregunta: ¿Por qué y cómo se transformó el mar en vino rojo cuando Jesús lle­gó hasta él? La respuesta estaba lista, preparada; ya había sido enseñada. Todos los otros niños empezaron a escribir sus respuestas; sólo lord Byron esperó con los ojos cerrados. La maestra se le acercó muchas veces, pero él estaba tan meditativo que creyó mejor no molestarlo: estaba pensando mucho.

miércoles, 12 de abril de 2017

INOCENCIA


Sannyasin 
Renacimiento 
Automatización
Eficiencia 
Desatención 
Conciencia

Vuélvete un sannyasin, alguien inocente, renacido, limpio, que se mete momento a momento en lo desconocido. Entonces, po­drás compartir.

Todo el proceso de la educación del hombre, la cultura, los condicionamientos van en senti­dos opuestos: se te enseña cómo ser astuto y hábil. Se te enseña lo mental, nunca se te trans­mite la inocencia. Se te enseña la automatiza­ción (debes recordar esta palabra), se te hace cada vez más automático, pues entonces te vuelves cada vez más eficiente.

Aprendes a manejar: al principio, es difícil. La dificultad no está en el manejo, ni en el coche, ni en ninguna otra cosa. La dificultad está en ti, pues debes estar alerta. Al principio, tienes que estar alerta; el peligro está latente. Debes ser consciente todo el tiempo de lo que haces. Tie­nes que prestar atención al tránsito, a la gente que pasa, al mecanismo; tienes que prestar atención al embrague, a la velocidad, al volan­te y a todo. Debes prestar atención a tantas co­sas, que tu mente no puede continuar su ruti­nario monólogo interior. Debe prestar atención. Esto genera el problema.

viernes, 7 de abril de 2017

MEDITACIÓN


Totalidad 
Silencio
Brahma 
Unidad última
Inteligencia

Se dice que Lao Tse dijo que el Cielo y el Infierno están separados por una diferen­cia de un pelo; y que, en la mente de quien me­dita, si surge aunque sea una pequeña diferen­cia, entonces el mundo entero se divide.

La meditación es no distinguir, no diferenciar. Simplemente miras y ves el todo sin dividirlo. No afirmas que esto es hermoso y aquello es feo; ni que esto es bueno y aquello es malo. No dices nada. Simplemente existes. No afirmas na­da, no estableces ninguna división. Allí está la no dualidad.

En la meditación te haces uno con el todo, pues en ella no puedes separarte del todo: to­das las divisiones han caído. Estás tan callado que no hay fronteras. Cada límite es una pertur­bación. Estás tan callado que no hay "yo" ni "tú". Estás tan callado que todas las fronteras se borran o desaparecen. Uno existe, la unidad existe. Esto es lo que los hindúes conocen co­mo Brahma (el uno, la unidad, la unidad última de la existencia).

viernes, 31 de marzo de 2017

ABRE TU MENTE


Meditación 
Silencio
Mente 
Pensamiento
Pasividad

Sé más meditativo. Sé más callado. Deja que cada vez te penetre más quietud. ¿Qué se debe hacer? ¿Cómo ser más medita­tivo? En cierto sentido, no se puede hacer na­da directamente porque, en cualquier cosa que hagas directamente, la mente va a interfe­rir. Si tratas de hacer silencio, no podrás, por­que es la mente la que lo intenta. Allí donde está la mente, hay molestias. La mente es la molestia; la mente es el ruido. Entonces, si tra­tas de estar callado, la mente intentará hacer silencio. Producirás más ruido, que ahora se relaciona con el silencio. Ahora intentarás, y pensarás, y harás esto y aquello, y te sentirás más y más incómodo.

Nada se puede hacer con el silencio. El silen­cio ya está allí; tienes que permitirlo. Es como la luz del sol: tus ventanas están cerradas y no puedes hacer entrar a tu casa la luz del sol en haces, en baldes. ¡No puedes! Si lo intentas, se­rá una tontería; y muchos lo hacen. Simplemen­te, abre las ventanas, abre las puertas y deja que sople la brisa, permite que entren los rayos; invítalos y espera: no puedes forzar nada. Cuando fuerzas las cosas, salen mal. Si un hom­bre se obliga a permanecer callado, su silencio será horrible, tortuoso, forzado, artificial, sólo en la superficie. Por dentro, habrá agitación.
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