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miércoles, 12 de octubre de 2022

EN BUSCA DE FELICIDAD


P: ¿Buscamos felicidad por un vacío, o por nuestra naturaleza de querer más?

R: Buscamos primero la felicidad y algo más, luego la verdad espiritual o llenar un vacío interior. Ambas situaciones llevan al fracaso porque todo lo que colocamos en el vacío, y cada experiencia que tenemos es disuelta en ese espacio. Llenar el vacío es como intentar llenar un cubo con agujeros— ¡nunca se logra, sin importar cuánta agua coloques!

Luego de varios fracasos, nos cansamos tanto de buscar la felicidad que finalmente nos permitimos experimentar el vacío en sí. ¿Cómo es el vacío? ¿Es el vacío una mala sensación? ¿Qué hay presente en el vacío? ¿Cuáles son las cualidades del mismo? Una de las sorpresas que descubre que disfruta, en realidad fluye de ese vacío. Cuando buscamos descansos, es posible reconocer la felicidad y paz que están presentes en el momento preciso.

Si aún busca o desea algo, incluso la felicidad, entonces usualmente lo mejor es seguir buscando. ¡Lo peor que puede suceder es que se canse rápidamente! También es posible que ya esté bastante exhausto con la búsqueda, y desee descansar y aceptar el vacío. Puede encontrar algo de alegría, paz y amor en ese vacío, o la experiencia podría provocar otro intento de comprender el vacío, lo cual solo le cansaría más. 

Cuando la felicidad aparezca, solo dedíquele su atención: ¿De dónde viene? ¿Obtener o saber algo, en realidad le hace feliz, o solamente le permite descansar por un momento, lo suficiente para percatarse por fin de la felicidad que ya estaba allí? ¿Alguna vez surge la felicidad cuando no obtiene lo que desea? ¿Está presente la felicidad cuando permanece quieto por un momento y por fin se permite sentir el vacío? Eventualmente, descubre que puede confiar en el vacío, más que en su búsqueda.



Extracto del libro:
Eso es eso
aka Nirmala
Fotografía tomada de internet

lunes, 12 de septiembre de 2022

31. TODO ES LO MEJOR


Cuando Banzan paseaba por un mercado, acertó a oír una conversación entre un carnicero y su cliente.

–Dame el mejor pedazo de carne que tengas –dijo cliente.

–Todo lo que hay en mi tienda es lo mejor –replicó el carnicero–. Aquí no puedes encontrar ningún pedazo de carne que no sea el mejor.

Al oír estas palabras, Banzan quedó iluminado.



Extracto del libro:
Zen flesh. Zen bones
Paul reps y Nyogen senzaki
Fotografía de Internet

miércoles, 31 de agosto de 2022

30. TARJETA DE VISITA


Keichu, el gran maestro zen de la era Meiji, estaba al frente de Tofuku, un gran templo de Kyoto. Un día, el gobernador de la ciudad le llamó por primera vez.

Su ayudante le presentó una tarjeta del gobernador que decía: «Kitagaki, gobernador de Kyoto».

–No tengo nada que ver con esa persona –dijo Keichu a su ayudante–. Dile que se vaya.

El ayudante devolvió la tarjeta al tiempo que ofrecía excusas.

–Ha sido un error mío –dijo el gobernador, y con un lápiz tachó las palabras «gobernador de Kyoto»–. Toma, dásela de nuevo a tu maestro.

–Ah, ¿se trata de Kitagaki? –exclamó el maestro cuando vio la tarjeta–. Quiero ver a ese hombre.



Extracto del libro:
Zen flesh. Zen bones
Paul reps y Nyogen senzaki
Fotografía de Internet

miércoles, 3 de agosto de 2022

29. SI NO HAY AGUA, NO HAY LUNA


Cuando la monja Chiyono estudiaba zen con Bukko de Engaku, era incapaz de retener durante largo tiempo los frutos de la meditación.

Por fin, una noche iluminada por la luna, acarreaba agua en un viejo cubo reforzado con una tira de bambú. El bambú se rompió, el fondo del cubo se desprendió ¡y en aquel momento Chiyono quedó liberada!

Para conmemorarlo, escribió un poema:

De una y otra manera traté de salvar el viejo cubo
Puesto que la tira de bambú se debilitaba y amenazaba con romperse
Hasta que al final cayó el fondo.
¡No hay más agua en el cubo!
¡No hay más luna en el agua!



Extracto del libro:
Zen flesh. Zen bones
Paul reps y Nyogen senzaki
Fotografía de Internet

domingo, 17 de abril de 2022

PRESTAR ATENCIÓN A LOS SENTIMIENTOS DE VACÍO


 

28. ABRID VUESTRA PROPIA CASA DEL TESORO


Daiju visitó al maestro Baso en China. Baso preguntó: «¿Qué estás 
buscando?».

«Iluminación», replicó Daiju.

«Tienes tu propia casa del tesoro. ¿Por qué buscas fuera?», preguntó Baso.

Daiju preguntó: «¿Dónde está mi casa del tesoro?».

Baso respondió: «Lo que estás preguntando es tu casa del tesoro».

¡Daiju estaba encantado! A partir de entonces, decía continuamente a sus amigos: «Abrid vuestra propia casa del tesoro y utilizad sus riquezas».




Extracto del libro:
Zen flesh. Zen bones
Paul reps y Nyogen senzaki
Fotografía de Internet

lunes, 4 de abril de 2022

27. LA VOZ DE LA FELICIDAD


Tras la muerte de Bankei, un hombre ciego que vivía cerca del 
templo del maestro le dijo a un amigo: «Desde que soy ciego, no puedo ver el rostro de una persona, así que debo juzgar su carácter por el sonido de su voz. Habitualmente, cuando oigo a alguien felicitar a otro por su buena suerte o su éxito, oigo también un secreto tono de envidia.

Cuando se expresa condolencia por la desgracia de otro, oigo placer y satisfacción, como si el que se conduele estuviera contento viendo el fracaso del otro como algo a ganar para sí mismo».

«En toda mi experiencia, sin embargo, la voz de Bankei siempre fue sincera. Siempre que expresaba felicidad, no oí nada más que felicidad, y cuando expresaba tristeza, tristeza era todo lo que oía».



Extracto del libro:
Zen flesh. Zen bones
Paul reps y Nyogen senzaki
Fotografía de Internet

domingo, 27 de marzo de 2022

26. DIÁLOGO POR ALOJAMIENTO


Cualquier monje vagabundo puede quedarse en un templo zen 
siempre que proponga, y gane, un debate sobre budismo con los que viven en él.

En un templo situado al norte de Japón, vivían solos dos hermanos que eran monjes. El mayor era docto, pero el menor era estúpido y le faltaba un ojo.

Un buen día, un monje vagabundo llegó y pidió alojamiento, proponiendo a los hermanos un debate sobre la sublime enseñanza. El hermano mayor, cansado ese día de mucho estudiar, dijo al menor que ocupara su lugar. «Ve y propón que el diálogo se haga en silencio», le advirtió.

De modo que el joven monje y el forastero se dirigieron al oratorio y tomaron asiento.

Poco después, el viajero se levantó y fue hacia donde se encontraba el hermano mayor, al que dijo: «Tu hermano menor es fantástico. Me ha derrotado».

«Cuéntame cómo fue el diálogo», dijo el hermano mayor.

«Bien», explicó el viajero, «primero levanté un dedo, representando a Buda, el iluminado. Él levantó dos dedos, indicando a Buda y a sus enseñanzas. Levanté tres dedos, representando a Buda, sus enseñanzas y sus seguidores, llevando una vida armoniosa. Entonces agitó su puño cerrado frente a mi rostro, indicando que las tres cosas proceden de una realización única. Por tanto, ha ganado y no tengo derecho a quedarme». Tras decir esto, partió.

«¿Dóndes está ese tipo?», preguntó el hermano menor corriendo hacia su hermano mayor.

«Tengo entendido que ganaste el debate».

«No gané nada. Le voy a dar una paliza».

«Cuéntame el tema del debate», pidió el hermano mayor.

«Vaya, en cuanto me vio me levantó un dedo, insultándome al insinuar que tenía un solo ojo. Dado que era un forastero, pensé que debía ser cortés con él, de modo que levanté dos dedos, felicitándole porque tenía dos ojos. Entonces el muy miserable levantó tres dedos sugiriendo que entre los dos sólo teníamos tres ojos. De modo que me enfureció y empecé a darle puñetazos, pero se escapó corriendo y así acabó todo».



Extracto del libro:
Zen flesh. Zen bones
Paul reps y Nyogen senzaki
Fotografía de Internet
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