domingo, 17 de marzo de 2013

MOVIÉNDOTE EN CIRCULOS


Una vez oí por casualidad procedente del interior de una pequeña casa a un niño lloriqueando y diciendo: "Mamá, estoy harto de moverme en círculos". La madre dijo: "O te callas o te clavaré también el otro pie al suelo".

Pero tú no estás harto todavía. Tienes un pie clavado a la tierra, e igual que el niño, te estás moviendo en círculos. Eres como un disco rayado: se repite la misma línea, continúa repitiéndose. ¿Has oído alguna vez un disco rayado? ¡Escucha!: es como la meditación trascendental de Maharishi Mahesh Yogi, MT: repites algo: Ram, Ram, Ram, Ram... y lo sigues repitiendo. Luego te aburres; mediante el aburrimiento te entra sueño; ¡dormir es bueno! Después de dormir te sientes fresco, pero esto no es en absoluto ir hacia la Verdad, es sólo conseguir dormir bien mediante un truco. Pero esta "MT" la estás haciendo continuamente; toda tu vida es una MT, repitiendo, moviéndote en el mismo surco una y otra y otra vez.

¿A dónde vas? Cuando te des cuenta de esto simplemente pensarás: ¿qué ha estado pasando? ¡Te sentirás muy extraño, aturdido, por haber hecho mal uso de toda tu vida! No has avanzando ni un centímetro.

Cuanto antes mejor, si te das cuenta de esto, cuando antes mejor, porque a través de ese darse cuenta es posible algo. 

Osho
Leído en el blog: Osho Despierta

sábado, 16 de marzo de 2013

LLEVAR NUESTRA MENTE REGRESO A CASA



La forma de mantenerse en el punto medio entre la indulgencia y la represión es reconocer lo que surge sin juzgarlo, dejando que los pensamientos simplemente se disuelvan; después volvemos a la apertura del momento presente. Esto es lo que hacemos durante la meditación: surgen multitud de pensamientos, pero en lugar de suprimirlos u obsesionarnos con ellos, los reconocemos y los dejamos pasar, y a continuación volvemos a estar simplemente aquí. Como dice Sogyal Rinpoche: «Llevamos nuestra mente de vuelta a casa.» 

Después de cierto tiempo llegamos a relacionarnos meditativamente con las esperanzas y miedos de nuestra vida diaria. De repente, dejamos de luchar y nos relajamos. Dejamos de hablarnos a nosotros mismos y volvemos a la frescura del momento presente.

Y esto es algo que va evolucionando gradualmente, pacientemente, a lo largo del tiempo. ¿Cuánto dura este proceso? Yo diría que dura el resto de nuestra vida.

Básicamente seguimos abriéndonos más, aprendiendo más, conectando con las profundidades del sufrimiento y de la sabiduría humanos; llegamos a conocer estos dos elementos total y completamente, y nos hacemos más amorosos y compasivos con la gente. Y las enseñanzas siguen, siempre hay algo más que aprender. No somos como esos ancianos complacientes que han renunciado a todo y ya no tienen que responder a ningún desafío. En los momentos más sorprendentes seguimos encontrándonos con los perros feroces.

Del libro:
CUANDO TODO SE DERRUMBA
PEMA CHÖDRON

LA MUJER DE MI VIDA


“La pareja no es un regalo que se recibe ya perfecto. Comienza como una crisis continua, a la que, con intensa dedicación hay que calmar y llevar a una sana paz. Para lo cual, tanto el uno como el otro, deben trabajar sobre sí mismos, para liberarse de traumas infantiles , egoísmos y proyecciones sobre el otro…”

viernes, 15 de marzo de 2013

DURANTE LA MEDITACIÓN


La primera cosa que ocurre en la meditación es que empezamos a tomar conciencia de lo que ocurre. Aunque sigamos huyendo y siendo indulgentes, podemos ver claramente que lo hacemos. Uno pensaría que el hecho de ver las cosas claramente las haría desaparecer, pero no es así. Por tanto, durante largo tiempo simplemente vemos las cosas con claridad. En la medida en que estamos dispuestos a ver nuestra indulgencia o nuestra represión con claridad, empiezan a perder fuerza y desgastarse, aunque desgastarse no sea lo mismo que desaparecer. En su lugar empieza a surgir una perspectiva más amplia, más generosa, más iluminada.

Extracto del libro:
CUANDO TODO SE DERRUMBA
PEMA CHÖDRON

EL BUDA: EL DESEO


El Buda dice que el dolor o sufrimiento surge por el deseo y que para liberarnos del sufrimiento tenemos que cortar los lazos del deseo. 

Todos los deseos son expresiones de la mente que busca la salvación o la realización en las cosas externas y en el futuro como sustituto de la alegría de Ser. Mientras yo sea mi mente, soy esos deseos, esas necesidades, carencias, apegos y aversiones, y fuera de ellos no hay "yo" excepto como una mera posibilidad, un potencial no logrado, una semilla que todavía no ha brotado. En ese caso, incluso mi deseo de ser libre o iluminado es sólo otro anhelo de realización o plenitud en el futuro. Así que no busque llegar a ser libre del deseo o "lograr" la iluminación. Vuélvase presente. Esté allí como observador de la mente. En lugar de citar al Buda, sea el Buda, sea "el despierto", que es lo que la palabra buda significa.
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