sábado, 2 de julio de 2016

EL DRAGÓN DE LA LLUVIA


En la China los dragones ejercen funciones muy importantes. El «dragón rojo», por ejemplo, al que también llaman «el dragón del fuego», si abre los ojos, aparece el alba, y si los cierra se hace de noche. ¡Qué responsabilidad! El «dragón del trueno y los relámpagos» vigila las tormentas. ¡Duro oficio! El «dragón de las nubes» las reúne como si fueran ovejas, es el pastor de los cumulonimbos. ¡ Y nada es más juguetón y malicioso que una nube! Se esconden, se metamorfosean en león, tiburón o jirafa, se deshilachan, se dispersan ... ¡Cuánto trabajo! Pero los dragones que tienen por misión echarse sobre el sol y la luna y morderles el trasero para impedir que vagabundeen son quizá los menos apreciados, y sin embargo realizan una tarea indispensable. 

¿Qué decir, por último, del «dragón de la lluvia»? Debe verter el agua de la jarra mágica sobre las montañas, los bosques y los arrozales, ni demasiada ni demasiado poca, labor abrumadora que exige una atención constante. ¡Ima- ginemos que riega por distracción el desierto de Gobi! 

***

Se comprende, por lo tanto, que los dragones necesiten de vez en cuando un poco de descanso y de fiesta. Una de las mejores ocasiones es el aniversario del emperador de los dragones. En el palacio celeste todo son banquetes gargantuescos, comilonas, risas y canciones. Aquel año la orgía duraba desde hacía tres días. En las salas y corredores no había más que cuerpos tirados por el suelo. El «Dragón de la lluvia» roncaba durmiendo la mona. Pero, como todo el mundo sabe, un día de los dragones equivale a un año entero de los seres humanos. Y en la tierra, en la gran llanura de la China, la situación resultaba dramática. ¡ Ni una gota de lluvia desde hacía tres años! Los habitantes enviaron una delegación para suplicar al pequeño «Dragón de oro», que es el mensajero entre los hombres y los dragones del cielo. 

-¡Señor dragón, salvadnos! ¡Ya no queda ni una gota de agua, los cadáveres de los animales cubren la llanura, y nos vamos a morir todos de hambre! 

MUNDO ENFERMO


viernes, 1 de julio de 2016

AUSENCIA DE AUTOCRÍTICA E INTOLERANCIA A LA CRÍTICA: NUNCA ME EQUIVOCO


La esencia del pensamiento dogmático 

Haré referencia a tres aspectos claves que conforman la manera de pensar dogmática:egocentrismo (el mundo gira a mi alrededor), arrogancia / soberbia (lo sé todo) y ausencia de autocrítica e intolerancia a la crítica (nunca me equivoco). 

3.- AUSENCIA DE AUTOCRÍTICA E INTOLERANCIA A LA CRÍTICA: NUNCA ME EQUIVOCO

Un pensamiento sin conciencia de sus limitaciones es un pensamiento incompleto. Mantener una saludable actitud crítica significa no aceptar ideas o doctrinas sin haberlas sometido antes a un análisis cuidadoso para evaluar su verdad, su falsedad o las dudas que de ellas puedan surgir. Las personas que no le temen a la crítica son inconformistas y poseen la dosis de incredulidad necesaria para acceder a todo tipo de información sin escandalizarse ni ofenderse. 

«Dudar de todo, dudar frente a la afirmación y la negación», promulgaban los escépticos, quienes sostenían que todo pensamiento es incierto y que no tenemos acceso a la verdad definitiva. En el siglo II d. C., Sexto Empírico40 (quizá el mayor divulgador del escepticismo antiguo) sostenía que la «duda» y «cierto relativismo» no sólo eran el mejor antídoto contra los dogmáticos, sino que permitían alcanzar la «tranquilidad del alma», que para ellos no era otra cosa que la «indiferencia». 

¿Qué es la autocrítica? Examinar las propias creencias, valores y comportamientos y descubrir, si lo hubiera, lo inútil, lo absurdo o lo peligroso de nuestra manera de pensar. Sospechar razonablemente de uno mismo permite rasgar el velo de las apariencias y ampliar el autoconocimiento. La autocrítica no debe ser siempre destructiva. No se trata de castigarse despiadadamente: abrir la mente a la autobservación y a la autoevaluación inteligente significa dejar entrar la duda razonable y someterse al fuero de la razón.

UN BUEN JEFE


Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...